La historia se volvió a repetir. El Real Madrid volvió a tropezar con la misma piedra de otros partidos. Si la escasa producción ofensiva dio para un par de goles, a su rival solamente le hizo falta un par de jugadas en las que Sergio Ramos fue el villano, después de pasar por héroe tras el primer tanto del encuentro.

El problema del equipo es que se parte como si le diesen un hachazo en el punto más preciso. En los goles de Boateng y Pazzini se aprecia claramente un desequilibrio que ya ni con Casemiro se arregla, eso forma parte del pasado blanco, igual que los triunfos incontestables. Visto lo visto, este es otro Real Madrid.

Un control con carencias, poca efectividad y con la BBC

Contra el LevanteZidane recuperaba su llamado once de gala con el archiconocido tridente que en otra época fusilaba las porterías sin apenas oposición. Pero eso ya no ocurre porque el equipo en general no funciona y la película de terror se repite cada jornada. 

Hablaban de recuperación tras golear al Deportivo. La realidad no es esa, sobre el Ciutat de Valencia se vio. Se vio a un equipo sin precisión en los momentos claves, pues el Levante interceptó hasta 13 balones, más que los visitantes. Se vio una mayor posesión madridista pero sin traducirse en dominio del encuentro.

Se vio una BBC sin efectividad, a pesar de los nueve remates a portería y se vio también una falta de contundencia: un 76 % de entradas ganadas por el conjunto valenciano contra un porcentaje menor del equipo de Zidane. 

Isco remata a portería para anotar el 1-2 en el marcador I Foto: La Liga
Isco remata a portería para anotar el 1-2 en el marcador I Foto: La Liga

Sergio Ramos y su manía 

Por suerte para el madridismo, ante la mínima aportación de un Bale distinto al de los últimos partidos, un Benzema que sigue a lo suyo y un Cristiano que fue sustituido tras casi no aparecer, está 'Magia'. Sí, tuvo que salir el malagueño para marcar el gol del momentáneo triunfo. De paso, también callar algunas bocas periodísticas. 

No obstante, su tanto solo sirvió para que atrás se relajasen, en particular un descolocado capitán. Así es, si en el primer empate del Levante fue Ramos quien se despistó en la marca de Morales, en el segundo es que el central ni estaba en la línea defensiva. Su manía de estar adelantado cual pollo sin cabeza le costó cara.

Le ganaron la espalda en el 1-1, dejó un agujero ideal para cualquier atacante en el 2-2. La repetición del gol de Pazzini prueba el desacierto imperdonable para un defensa de su categoría. Con la victoria ya en el bolsillo, el camero sube a la altura de Casemiro para no se sabe qué o solo él lo sabrá.

Pazzini celebra el tanto del empate tras el error defensivo del Real Madrid I Foto: La Liga
Pazzini celebra el tanto del empate tras el error defensivo del Real Madrid I Foto: La Liga

El hueco a la izquierda obliga a Varane a desplazarse un poco y por la derecha se abre la herida. Pase al espacio, definición del italiano. Al garete los tres puntos, locura levantina y lo que es peor: enfado de Sergio Ramos con sus compañeros. Que mire primero por él antes de criticar. 

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Sobre el autor
Iván Sevilla Fernández
Estudiante de Periodismo en la Universidad de Murcia. Amante del fútbol y de la vida. Con muchas ganas de aprender y crecer como persona y periodista.