El fútbol se hizo para muchas cosas. Para la conexión entre afición-equipo. Para la salida los domingos por la tarde con el abuelo al estadio. Para crear vínculos entre personas que nunca llegarán a conocerse. Para jugarlo. Para disfrutarlo. Para escribir sobre ello. Pero también, para partidos como este. El fútbol siempre es y será el mismo deporte. Y a fin de cuentas, el juego y la competición siempre van a estar ligadas a un mismo desenlace: ganar o perder. Eso sí, los contextos son los que cambian. Y este contexto en concreto, no es uno cualquiera. 

Real Madrid y Paris Saint-Germain. Duelo de colosos. Encuentro ligado a la supremacía deportiva y económica. Eliminatoria ambientada en dos capitales europeas capaces de dominar el continente en tiempo indefinido. Solo ellas mismas pueden entorpecerse. Solo ellas mismas, como conjunto, pueden romperse. Y es que por nivel, tienen el potencial de destrozar a cualquiera que se les ponga por delante. A cualquiera. Sin excepción. Sus plantillas hablan por sí mismas. Veamos qué logran hacer hoy ante los ojos del mundo.

Foto: PSG
Foto: PSG

A cuidar la bandera

El Real Madrid necesita reencontrarse, salir a flote. Volver a hacer honor a ese parche que tiene en la camiseta, el que le acredita como mejor club del mundo en 2017. Si no lo hace, se perderá en el abismo y tendrá por delante 3 meses de competición a pecho descubierto y sin protección alguna. Lo de hoy no es ninguna broma. Es una final, una pseudofinal.

Para la contienda no podrá contar con Dani Carvajal; Nacho será el encargado de asumir su rol y de "bailar con la más fea": Neymar. El brasileño es arte, pero pocos futbolistas en el conjunto blanco cuentan con más actitud, agresividad, ganas y esfuerzo que Nacho. Siempre se le ha dado bien defender a campo abierto. Seguro que tendrá alguna que otra oportunidad contra el ex jugador del Fútbol Club Barcelona.

Está por ver el planteamiento del PSG y las intenciones de Emery. Todo apunta a que buscará aprovechar las virtudes de su contraataque (el mejor del mundo) y le dará el balón al cuadro merengue. Ahí Sergio Ramos y Toni Kroos son piezas vitales. Ambos deben de estar muy finos con el esférico para no perderlo en zonas peligrosas y así no propiciar las transiciones parisinas. Mucho ojo también con Modric, que está en un momento de forma espectacular y puede romper fácilmente ese centro del campo, el pivote que pueden formar Lo Celso o Lass Diarra.

Y en el ataque, dependencia en Cristiano. Benzema puede aparecer si tiene el día y Bale quizá. Pero el hombre que tiene que meter los goles es Cristiano. No hay otro. Dani Alves defensivamente ya no es lo que era, igual que Thiago Silva, por lo que esa zona debe ser su punto de influencia. Cuando tuvo que aparecer el curso pasado, "CR7" lo hizo. Quién sabe si este año hará lo mismo.

Foto: VAVEL
Foto: VAVEL

Piedra en el camino

El PSG no esperaba esto. Encontrarse con todo un Real Madrid en octavos de final no es plato de buen gusto para nadie. No obstante, el proyecto de Nasser Al-Khleaifi está hecho para ganar la Champions. Todo lo que no sea eso sería un fracaso. Enfrentarse al conjunto blanco en ese camino era lo previsto. El problema es la ronda en la que lo hace. 

Ahora bien, no tienen excusas ni margen de error. Lo sucedido hace justo un año en el Camp Nou sigue pesando en las oficinas del Parque de los Príncipes. De ahí el dinero invertido y, por consecuencia, el miedo engendrado. Porque sí, el aficionado madridista tiene miedo. O al menos cierto temor. Respeto. Mbappé-Cavani-Neymar solo te provoca alegría si también eres simpatizante del PSG. De lo contrario, será mejor que confíes mucho en tu portero. 

Marcelo y su espalda. Una de las claves del partido. Mbappé es rápido, extremadamente rápido, y Marcelo al subir mucho suele dejar su carril más que abierto, por lo que tendrá que tener cuidado con "el traje que le puede hacer" el joven francés al Real Madrid desde la banda derecha. Y más teniendo en cuenta que la idea previa al partido es que el PSG espere atrás para salir a la contra.

Foto: UEFA
Foto: UEFA

Y por el otro lado, Neymar. Este lleva varios meses divirtiéndose en la Ligue 1, pero los partidos que le "ponen" y por los que realmente fichó por el equipo galo, son estos. El relevo a la corona de Messi y Cristiano. Le podrá salir bien o mal, pero el canarinho no se va a esconder. Quizá las ansias de entrar en contacto con el balón lo antes posible le lleven a buscarlo a zonas donde no debería (por delante de la línea de centrocampistas del Madrid), pero es Neymar. Quiere tirar el centro y marcar el gol. Quiere hacerlo todo, y puede hacerlo. 

Enfrentamientos anteriores

Real Madrid y PSG se han enfrentado seis veces en toda su historia. Dos victorias por cada lado y dos empates. El último precedente es aquel duelo que los midió en la fase de grupos de la UEFA Champions League, en 2015. Un gol surrealista de Nacho, tras una salida en falso de Trapp, daba la victoria al conjunto entrenado por Rafa Benítez por aquel entonces. El Madrid terminaría levantando "la orejona" y el PSG caería en cuartos contra el Manchester City. No es mal antecedente para los blancos. 

Posibles alineaciones