Nacho Fernández es el mejor ejemplo de que con trabajo y constancia los sueños pueden cumplirse. Jamás se ha rendido a pesar de no haber sido nunca un jugador titular y, a diferencia de otros que arrojaron la toalla y optaron por hacer las maletas, el canterano blanco ha logrado hacerse un hueco con el paso de los años y contar con los minutos que se merece. Con el partido del pasado sábado donde disputó los 90 minutos, el central ha logrado alcanzar la cifra de 100 partidos jugados con la elástica blanca en Primera División. 

Un periplo que comenzó en la temporada 2010/11 de la mano de José Mourinho, quien fue el primero en apostar por un joven defensor del filial. Tras unos años entre el primer equipo y el Castilla, en 2012 pasó a ser jugador de la primera plantilla y cada vez ha ido a más. Siempre cumplidor y en un gran estado de forma, Nacho ha destacado por cometer los mínimos errores posibles. Si a ésto le sumamos su polivalencia en la zaga, donde puede jugar en cualquier posición, se convierte en un jugador que sería titular en practicamente cualquier equipo del planeta fútbol. Pero no en el Real Madrid, donde si ha conseguido asentarse como una pieza clave de las rotaciones de Zinedine Zidane. Desde la llegada del técnico francés, Nacho ha jugado más minutos que nunca. Ha tenido la oportunidad y la continuidad necesarias y ha devuelto magníficas actuaciones. Actuaciones claves para el gran balance que ha acumulado durante estos 100 partidos (75 victorias, 15 empates y 10 derrotas). 

Su gran nivel le ha abierto las puertas también de la Selección Española. Tras su debut en 2013, Nacho acumula ya 14 nacionalidades y muy probablemente será uno de los 23 seleccionados para intentar conquistar el Mundial de Rusia el próximo verano.