Cuando las palabras sobran. Lucas Vázquez ha conseguido que su nombre brille con luz propia. El gallego está en estado de gracia. Lo intenta todo y le sale todo. Ayer ante el Alavés volvió a demostrar que no está solo para revolucionar los partidos a partir del minuto 70. También sabe hacerlo desde el inicio. Y por eso Zidane confía tanto en él. 

El Real Madrid se plantó en el Santiago Bernabéu con la idea de disputar una jornada más. La Liga está muy difícil y ahora lo que importa es mantener la confianza alta para los duelos importantes (PSG). 4-4-2 con la BBC al frente y un once muy parecido al que ganó en Butarque tres días atrás. "Zizou" conocía las carencias defensivas del conjunto vitoriano, de ahí el potencial ofensivo. Lo que no se esperaba es que los suyos también se sumarían a la fiesta.

Sin embargo, esa no es la conclusión a destacar. Con Bale, Cristiano y Benzema arriba, y solo Kovacic y Casemiro en la medular, un futbolista tuvo que encargarse de anexionar tales líneas. Y a la ya conocida ayuda que ejerce Karim en este aspecto, se le sumó ayer Lucas Vázquez. El canterano blanco decidió colocarse en la derecha sobre el papel. Arrancando diagonales y encarando constantemente a Rubén Duarte. Pero ante la falta de un "10" sobre el verde, centró su posición y empezó a abastecer de balones a los hombres más adelantados del cuadro merengue. Esa verticalidad, esa chispa que le aporta Lucas a los ataques del Real Madrid, es un aspecto muy necesario que ha echado en falta el actual campeón de Europa durante gran parte de la temporada. 

Porque uno de los principales problemas del equipo de La Castellana, ha sido la falta de profundidad. Pupilos capaces de estirar el juego y de generar más allá del toque horizontal y el centro lateral. Zidane lo ha comprendido y por ello está tirando del extremo gallego más que nunca. Lucas ha jugado los cuatro últimos encuentros de La Liga como titular. Real Sociedad (63'), Betis (90'), Leganés (90') y Alavés (90'). En estos duelos, el Madrid ha anotado 17 goles y el coruñés ha participado en siete de ellos. Influencia brutal.

Y cuando uno de tus atacantes está inspirado, lo más normal es que el resto también se una. A pesar de que la primera mitad fue un tanto "rara", en la segunda todos se animaron. Gran Benzema, gran Cristiano y buen Bale. Aprieta los dientes el conjunto de Chamartín. No hay mejor momento para ponerse las pilas que los meses de febrero y marzo. Parece que los blancos han reaccionado a tiempo.