El encuentro entre el Girona y Real Oviedo se anunciaba en el magazine de la televisión de la Liga 1|2|3 como el partido de la jornada 10 y se presumía, por tanto, una batalla igualada.

El Girona comenzó mandando

Ganaba Jon Erice el sorteo de capitanes, elegía campo y cedía así el saque a los de casa, que tomaron el balón durante los primeros minutos del choque, moviéndolo con criterio de un lado a otro del campo y buscando las superioridades por banda. El Oviedo permanecía junto, basculando y cerrando huecos. Los gerundenses iban acercándose a la portería de Juan Carlos. A los ovetenses les costaba crear juego. Sólo un acercamiento en los primeros diez minutos. En una contra llevada por banda izquierda, Miguel Linares cedía para Michu, que llegaba en carrera a la frontal del área y remataba ligeramente alto con su pierna buena, la zurda. Tras esa tímida ocasión, tuvo  dos despistes seguidos la defensa azul, que se iba metiendo cada vez más atrás. David Fernández, que vio la tarjeta amarilla por una falta en el minuto 12, aprovechó para soltar un grito y llamar al orden a sus compañeros. Nadie bajaría ya la guardia en lo que restaba de contienda. Lanzó una falta lateral Borja García y la defensa repelió sin apuros; posteriormente el propio centrocampista se internó por el centro y pudo chutar en posición óptima, pero el pelota se marchó desviada.

Linares sacude el peligro al Oviedo

Intentaban salir los asturianos, trataba de conectar Erice con Toché sin éxito. Muy ordenados permanecían los azules en defensa, pero les faltaba frescura y velocidad a la contra. Linares era el jugador más activo de los suyos y durante algunos minutos fue absoluto protagonista, apareciendo en la mayoría de las jugadas de su equipo, presionando cada balón con energía y buscando las fisuras de la defensa catalana. El maño generaría la única gran ocasión del Oviedo. Corría el minuto 22 cuando recibió un balón de Rocha en el vértice izquierdo del área, se giró con un buen control y metió un centro templado al primer palo, donde Toché remató con la pierna izquierda y la pelota se marchó por encima del travesaño.

Los locales imponían su ley, pero no llegaba el gol

Tan sólo dos minutos después el Girona dispondría de su mejor ocasión. Tras llevar el juego de una banda a la otra, llegó el esférico a los pies de Sebas en el costado derecho, que avanzó hasta alcanzar la línea de fondo y cedió atrás para que Portu rematara a placer dentro del área. El remate, raso, al primer palo, fue rechazado a córner por Juan Carlos en una soberbia intervención en la que hizo gala una vez más de sus magníficos reflejos. Tras dos lanzamientos de esquina seguidos, un centro de Borja García tras saque en corto provocó el remate de Longo en el segundo palo que cruzó toda la portería y no consiguió conectar Cristian Herrera por poco. Sufrían los de la capital del Principado, que veían cómo el rival crecía con calidad y convicción. Óscar Gil dudaba en una acción defensiva y provocaba una falta peligrosa en la frontal del área que Aday mandaba con potencia a la grada. Creían los gerundenses en lo que hacían, estaban inspirados en defensa, arriesgaban con el balón en los pies y lo desplazaban con criterio, pero no llegaban a disparar con acierto a la meta azul. La primera parte concluía jugándose en campo visitante.

Intenso arranque de la segunda mitad

Daba comienzo la segunda mitad y el Oviedo mostraba la intención de jugar más la pelota. Tras varias combinaciones rápidas llegó la tarjeta amarilla a Toché por disputar un balón alto con los codos arriba. En el minuto 49 Aday Benítez recogía un balón en banda izquierda, pisaba área, saliendo hacia su diestra con rapidez y chutando con fuerza, pero el tiro no lograba coger el efecto óptimo y se marchaba fuera por poco. A continuación la réplica: Linares cazó un balón largo dentro del área, Bounou dudaba en la salida, dejando hueco en la portería y el delantero carbayón remataba fuera, alto. Ambos conjuntos habían salido decididos a hacerse daño.

Llegaron los cambios, el control y las tablas

En el minuto 62 Machín introducía en cancha a Eloi Amagat por Portu, que de la que se iba, inconforme, le negaba el saludo al míster. Acto seguido era Hierro quien metía a Susaeta por Linares. Poco después era Edu Bedia el que entraba por Michu y Alcaraz hacía lo propio por Herrera. Aparecían desde los banquillos jugadores de control, de buen manejo de pelota, se iban otros de vocación más ofensiva. Y así, con pocas situaciones de riesgo y mucho control del juego, transcurrió el partido hasta el final. Ninguna escuadra estaba dispuesta a marcharse sin botín. En los instantes finales salieron Nando por Rocha (min. 85) y Saúl por Sebas (min. 89), siendo su presencia testimonial.

Mucha igualdad, juego intenso y rápido, con dos equipos bien plantados y dejando poco margen al error. Reparto de puntos en un encuentro en el que cabe destacar la actitud de los dos equipos sobre el terreno de juego, la seriedad, la intensidad y la concentración que ambos mostraron. Un punto que sirve para seguir sumando, que le vale al Girona para permanecer, al menos durante el día de hoy, en puestos de play-off y al Real Oviedo para continuar a puertas del mismo. 

Los azules disputarán la próxima jornada en su estadio, el Carlos Tartiereel domingo 23 a las 20 horas frente al CD Tenerife.