Tras una intensa primera vuelta de campeonato, los clubes de Segunda División vuelven a cruzar sus caminos para tratar de dirimir cuentas pendientes de los enfrentamientos de ida. 

La igualdad dominante en la categoría ha llevado a castellanos y asturianos a pasar por distintas rachas de juego y resultados, para que a día de hoy y tras 57 puntos disputados, tan solo sean dos puntos los que separan a ambos conjuntos.

La apuesta por Paco Herrera con un buen inicio de campeonato

Después de superar un curso 2015-2016 en el que el Real Valladolid (a priori candidato al ascenso) no consiguiera enganchar con la zona alta de la clasificación en toda la temporada, la dirección deportiva vallisoletana se movía con rapidez y en los primeros días de junio Paco Herrera era presentado como nuevo entrenador. El técnico catalán, muy cotizado en la División de Plata después de lograr dos ascensos con RC Celta (2013) y UD Las Palmas (2015) firmaba por una temporada y se ponía manos a la obra.

Parco Herrera da instrucciones a los suyos | Foto: LaLiga

Durante el verano tendría lugar una importante revolución en la plantilla vallisoletana, Paco Herrera construyó un equipo a su gusto con el único objetivo de ascender. De esta manera se marcharon futbolistas importantes como Álvaro Rubio, Marcelo Silva, Rodri, Roger Martí, Alfaro, Juanpe, Manu del Moral y Borja Fernández. A su vez, llegaron otros de calidad contrastada como Isaac Becerra, Mata, Álex López, Joel Jordán, Luciano Balbi, Lichnosky, Guitián, Sergio Marcos, Markel Etxeberría, Rafa López, el exoviedista Míchel y jóvenes promesas como Ibán Salvador, Raúl de Tomás y el canterano José Arnáiz.

Arrancaba la temporada para el Valladolid en Zorrilla ante el nuevo Real Oviedo de Fernando Hierro y llegó con victoria (1-0) mediante el primer tanto de José Arnáiz con el primer equipo. Los carbayones apretarían sin premio hasta el final del partido cosechando numerosas ocasiones que se encargó de echar abajo un inspirado Becerra. En la segunda jornada los pucelanos empataban a cero en Vallecas y en la tercera volvían a conseguir la victoria en su estadio ante un siempre complicado Girona. Siete puntos en tres jornadas, se iniciaba el curso con buen pie en Valladolid.

Las rachas de cinco en cinco

Con la llegada del mes de septiembre aparecían las primeras dudas en torno al rendimiento del combinado vallisoletano. Los de Paco Herrera enlazaban hasta cinco derrotas consecutivas ante Tenerife, UCAM Murcia, Lugo Huesca y Levante que provocaban una caída hasta los puestos más bajos de la tabla.

Varela disputa el balón con Mata durante la primera jornada del campeonato | Foto: LaLiga

Una victoria balsámica en casa ante el Alcorcón (2-0) detuvo la sangría de resultados, y a partir de aquí se inició una nueva racha, esta vez positiva, de cinco partidos consecutivos sin conocer la derrota que devolvía a los pucelanos a los puestos altos de la tabla.

A partir de este momento los de Pucela han sumado otras tres victorias y otras tres derrotas para terminar la primera vuelta alcanzando el quinto puesto de la tabla con 31 puntos, su mejor clasificación desde que disfrutaran del tercer puesto allá por la tercera jornada.

¿Cómo juega el Valladolid?

El pucelano, es un conjunto que se destaca por contar con jugadores de notable calidad en sus filas. La última victoria cosechada en Cádiz, aunque llegara gracias a un error de bulto del portero local, se gestó a través de juego combinativo y de fútbol de toque y buen trato de pelota. La apuesta de Herrera, basada en una clara idea de juego y en el conocimiento del plan de cómo llevarla a cabo, cuenta con un once tipo claramente definido a estas alturas de campeonato:

En la portería el habitual es Isaac Becerra, mejor arquero de la competición durante la temporada pasada y que lleva varias campañas rindiendo a gran nivel en Segunda. Sin embargo, la semana pasada se lesionaba en su rodilla izquierda y no podrá ser de la partida en Oviedo, su lugar lo ocupará Pau Torres.

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Pau Torres hace su debut liguero con el Valladolid en Cádiz | Foto: LaLiga

En defensa se ha terminado afianzando la pareja de centrales que componen Aléx Pérez y Guitián. Javi Moyano es fijo en el lateral derecho y el argentino Luciano Balbi está rindiendo a buen nivel en el flanco izquierdo.

En el centro del campo tres jugadores para dos puestos, al casi fijo André Leao estará acompañado por Joel Jordán o Álex López, si bien es cierto que en algún partido disputado a domicilio han actuado los tres de inicio. Míchel Herrero se ha hecho un fijo en la media punta, y ha vuelto a jugar con la confianza que parecía haber perdido durante su etapa en Oviedo. Juan Villar y José Arnáiz son dos estiletes que aparecen desde las bandas y que se erigen entre los máximos goleadores y asistentes de su equipo.

En la punta del ataque actuará el ilerdense Jaime Mata. Tendrá que esperar su oportunidad el joven canterano madridista Raúl de Tomás, delantero rápido y peligroso que ya sabe lo que es dar la victoria al Valladolid apareciendo desde el banquillo.

El Sábado al Tartiere

Real Oviedo y Real Valladolid son dos clubes “amigos” de aficiones hermanadas. La temporada pasada casi 2.000 aficionados blanquivioletas acompañaron a su equipo a la capital del Principado para presenciar el partido que el Valladolid cosechaba una contundente victoria (2-4) en lo que iba a ser el próloga de la caída libre del Oviedo en la primavera de 2016.

Para el sábado, pese al horario del partido (16:00h) y a las inclemencias propias del invierno se espera buena entrada visitante en el Carlos Tartiere, en torno a un millar de aficionados.

El estado del terreno de juego del municipal carbayón será un factor muy a tener en cuenta y que se antoja bastante importante sobre el devenir del partido. Con el frío y la lluvia cerniéndose sobre el Tartiere ya se sabe…

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Sobre el autor
Javier Fernández Giganto
Escribo sobre fútbol. Soy arquitecto técnico y delineante. Nací en El Entrego, en el corazón de Asturias y crecí en la cafetería Trasgu, dónde el deporte es una religión