Dos viejos conocidos se verán las caras el próximo sábado en Tarragona. El Real Oviedo debe rendir visita al Gimnástic de Tarragona, dos equipos que tienen un mismo denominador común: la temporada 2014-2015, que estará grabada en la historia de ambos equipos dado que fue en la que lograron el último ascenso a Segunda División.

Ahora medirán sus fuerzas en un duelo, en teoría, desigual. Aunque los dos conjuntos llegan en un mal momento a este partido -solo una victoria en los últimos cinco partidos- luchan por metas distintas. Mientras que los catalanes buscan dejar los puestos de descenso, los carbayones quieren volver a zona de promoción.

Mantener la esperanza viva

El Club Gimnástic de Tarragona fue fundado en 1914, pero no sería hasta la temporada 1945-1946 cuando los tarraconenses hacían su primera aparición en el profesionailsmo del mundo del fútbol. Tras dos temporadas, conseguían un ascenso a la máxima categoría del fútbol español, donde enlazaría tres temporadas de manera consecutiva.

El mismo número de campañas -tres- serían los años que los catalanes permanecerían en Segunda División hasta perder la categoría. Tardarían un total de 20 años en volver a ascender y militar en la división de plata del fútbol español. En su tercera etapa en esta categoría, permanecerían cuatro cursos.

La década de los años 80 y 90, no pertenecen a los años dorados de la historia del Gimnástic. En estas dos décadas, no llegaron a jugar nunca en una categoría superior a la Segunda División B, donde permanecieron la mayor parte de este tiempo, combinado con varias temporadas en Tercera División.

El punto de inflexión llegó a partir de la temporada 2003-2004, donde consiguieron el ascenso a Segunda División. Tras dos temporadas, ascendían a Primera División, categoría en la que tan solo estarían un año. Después de ocho campañas, el conjunto catalán volvía a la división de bronce.

Tras tres temporadas, en la campaña 2014-2015, al igual que el Real Oviedo, consiguen el ascenso. Su trayectoria en el primer año en Segunda División es similar, aunque mejor para los granas, ya que al contrario que los azules, conseguían clasificarse para el playoff, donde perderían en primera ronda ante el CA Osasuna. Aunque esta temporada, las cosas se han dado de manera muy distinta. Ahora buscan un triunfo para seguir luchando por conseguir la permanencia.

Un duro despertar

Una de las mayores incógnitas de los equipos que cambian de categoría es la adaptación, cosa que hicieron los catalanes en la Segunda División. Con Vicente Moreno, técnico del ascenso, al frente del equipo, los granas estuvieron cerca de protagonizar un ascenso doble. Se quedaron a las puertas de conseguirlo directamente y en la promoción de ascenso no pudieron completar su hazaña al caer ante Osasuna por un global de 6-3.

El mismo Vicente Moreno inició el presente curso futbolístico, pero su temporada duró 19 jornadas cuando decidió hacerse a un lado y dimitir de su cargo tras los malos resultados del equipo. Su relevo ha sido Juan Merino, quien poco a poco parece estar afinando a los tarraconenses para sacarlos del pozo. Lo malo es que quedan pocas jornadas, pero de positivo es el hecho de que cuentan con el mismo número de puntos que el primer equipo que ocupa plaza de salvación.

La defensa de los catalanes no tienen protagonistas claros. El más regular es Mossa, pero se encuentra sancionado y no podrá jugar esta jornada. Gerard Valentín, Bruno Perone, Iago Bouzón y el japonés Daisuke Suzuki, son los hombres más utilizados para formar la defensa.

Merino apuesta por un dibujo con tres centrales y dos jugadores en banda que ayuden en tareas defensivas y se puedan sumar al ataque sin problemas. Esta idea se refuerza al acumular gente en medio del campo. Al igual que ocurre con la zaga, aquí tampoco hay jugadores con un puesto totalmente asegurado: Lobato, Xavi Molina, Sergio Tejera, Jean Luc, Zahibo, Juan Delgado o Juan Muñiz, estos son los jugadores que más oportunidades tienen para formar de la partida con el entrenador andaluz.

Sergio Tejera es el encargado de enlazar el centro del campo con el ataque de la escuadra tarraconense. La punta de ataque ha estado repartida entre Uche, Álex López y Stephane Emaná, pero la llegada en el mercado invernal de su hermano, Achille, le convirtió en el foco del ataque catalán. También se produjo la llegada de Manu Barreiro que suma un total de 14 participaciones.

Uno de los emblemas del equipo del Nou Estadi, es su Capitán: Manuel Reina. El guardameta se perdió el primer tramo de competición debido a una lesión; en aquellas jornadas la portería grana se la repartían entre Dimitrievski y Saja. Desde que el 8 de enero se hiciese con la titularidad, Reina ha disputado todos los minutos que se han jugado.

En Tarragona, sinónimo de goles

Hay que remitirse a la temporada 1950-1951 para encontrar el último triunfo del equipo de la capital del Principado de Asturias en tierras tarraconenses. En aquel partido, que finalizó con 1-3, los azules tuvieron un protagonista indiscutible: Sará que fue el autor de los tres goles.

Diez veces se han enfrentado Nástic y Real Oviedo en Tarragona. Estos duelos son sinónimo de goles, ya que se han visto un total de 32 goles. La excepción se encuentra en el choque de la temporada pasada, en un encuentro que finalizó con el mismo resultado con el que empezó y que estuvo marcado por las ganas de ambos de no perder.

Si se hiciese un balance general de los partidos que han disputado catalanes y asturianos, incluyendo la eliminatoria por conocer el campeón de la Segunda División B, es favorable para los azules. Nueve triunfos de 21 partidos fueron para los asturianos, cuatro terminaron en empate y los restantes, concluyeron con victoria catalana.

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