Dicen que un jabalí herido es mucho más peligroso que cuando no lo está. Pues bien, simplemente cambien la palabra "jabalí" por el nombre propio de "Córdoba" y así sabrán la actitud con la que saltará el equipo visitante mañana al verde del Carlos Tartiere, con la intención de hacer las cosas bien ante otro equipo que se puede meter en problemas si no hace lo propio.

"Entrenador nuevo, victoria segura"

Los malos resultados del inicio de la temporada del equipo cordobesista han provocado que sea Juan Merino el encargado de sentarse en los banquillos del templo azul. Como es lógico, sus jugadores, aunque quizás algo "verdes" a la hora de interpretar la idea de juego del linense, tratarán de ganarse su confianza peleando en el campo como lo que son, miembros de un equipo que empieza a ver ya cuáles son sus objetivos esta temporada y, por tanto, en qué zona de la tabla va a tener que desenvolverse. 

A pesar de que la primera victoria de la temporada no tardó en llegar (segunda jornada), la dolorosa derrota en el último partido, contra el Nàstic (1-5) ha caldeado mucho el ambiente en la ciudad califal, y es que el Córdoba visita Oviedo en puestos de descenso (19º). La imagen que viene trayendo este equipo en la presente temporada es de una debilidad defensiva tremenda, a pesar de estar situado en mitad de tabla para arriba en cuanto a goles a favor se refiere. Eso preocupa, porque siempre es muy frustrante el hecho de tener que hacer el doble que los demás para obtener el mismo resultado. Como el alumno inteligente de la clase, que saca dieces sin esfuerzo alguno y el alumno quizás no tan inteligente pero sí constante y con necesidad de echarle más horas que el resto. A este último nos recuerda un Córdoba que ha encajado casi el doble de goles de los que ha logrado (26 frente a 13).

La clave, por tanto, para que el Córdoba saque algo positivo en Asturias pasa por solucionar el problema que arrastra el entramado defensivo andaluz, para, a partir de haber logrado ese equilibrio que tanto busca Merino, saber cuándo y sobre todo cómo atacar.

"Aquí no se confía nadie"

El entrenador del Real Oviedo, Juan Antonio Anquela, sabe de la dificultad de la categoría y a pesar de que es de los que opina que, en líneas generales, el Real Oviedo mereció sacar mejores resultados de los que en realidad obtuvo, tampoco se corta un pelo a la hora de achacarle la falta de actitud a sus jugadores cuando no han merecido el premio que con tanto ahínco persigue.

El jiennense tratará de llevarse el gato al agua en la mañana del domingo, para ello ha decidido llevarse consigo a dieciocho escuderos. El partido de mañana puede ser un punto de inflexión (o de deflexión, según se mire) para ambos. Por un lado, para un Oviedo que lleva más de un mes sin ganar quiere retornar, por lo menos, al siempre confortable radiador de los playoffs. Por el otro, el Córdoba deberá seguir escalando posiciones en la clasificación si no quiere meterse de verdad en problemas.

Anquela en la sala de prensa del Mini Estadi, con una cara de preocupación que tratará de no repetir en la jornada de mañana. | Imagen: Noelia Déniz

También ambos han de tener en cuenta que uno de sus, por ahora principales competidores, el Nàstic de Tarragona, tiene un partido menos. A ninguno de los dos le contentaría un triste empate, ya que eso no saciaría su sed de victorias, por tanto, saltarán al terreno de juego con los siguientes protagonistas:

Por parte del Real Oviedo y con un 4-2-3-1: Juan Carlos; Cotugno, Valentini, Carlos Hdez., Christian Fernández; Forlín, Ramón Folch; Saúl Berjón, Aarón, Rocha; Toché

Por parte del Córdoba y con un 4-5-1: Kieszek; Fernández, João, Josema, Pinillos; Aguza, Edu Ramos, Javi Lara, Jaime Romero, Galán; Guardiola

Imagen: lapizarradelmister.es
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