Francisco Rodríguez Vilches (Almería, 1978) le ha aportado al C. D. Lugo esa revolución futbolística que había perdido desde la marcha del cántabro Quique Setién para que este hiciera lo propio en Gran Canaria. En lo que va de campaña, el equipo lucense ha conseguido encandilar al aficionado alzándose con el liderato en solitario de la continua noria en la que se ha convertido hoy día, la Segunda División.

La llegada del almeriense a la entidad gallega fue meditada, pero la experiencia que tiene en el fútbol profesional y el cambio que provocó en la imagen del UCAM Murcia, cuando cogió al equipo en enero tras su flojo inicio de liga fueron determinantes para su contratación y, ni siquiera el hecho de haber perdido la categoría en el minuto 90 del último partido, frenó a la directiva del equipo rojiblanco a la hora de pedirle prestados sus servicios.

Francisco, a pesar de su juventud, cuenta ya con una permanencia en Primera División del equipo de su ciudad, Almería, a sus espaldas. Punto para nuestro protagonista pero también para la directiva del club, casualmente, rojiblanco, dejándole finalizar su proyecto a pesar de no contar ninguno de sus diez primeros partidos por victorias.

De la mano del 4-2-3-1, su formación preferida, Francisco tratará de dominar los partidos y de mostrar un juego vistoso que esté a la altura de los resultados hasta ahora obtenidos. No lo tiene difícil, teniendo en cuenta que su centro del campo está compuesto por jugadores que podemos considerar ya míticos de la Segunda División, como es el caso del compostelano Seoane, y el coruñés Carlos Pita.

Francisco, en el momento de su de momento fructuosa alianza con el C. D. Lugo (Imagen: Lugo TV)
Francisco, en el momento de cerrar su, hasta ahora, fructuosa alianza con el C. D. Lugo (Imagen: Lugo)

El andaluz conoce la importancia que tiene el hecho de no permitir la concesión de goles si de verdad se quiere lograr algo en la división de plata del fútbol español, y lo mejor de todo es que así lo plasma en el terreno de juego (sólo ha recibido nueve), habiendo convertido al Lugo, por tanto, en el cuarto equipo menos goleado del campeonato, un sólo tanto por detrás de Osasuna, Huesca y Sporting, sus perseguidores en la tabla, con ocho.

¿La parte oscura? Su expulsión hace dos jornadas en el José Zorrilla, tras aplaudir irónicamente la decisión del colegiado en la cara de otro miembro del equipo arbitral y que le costó la suspensión por dos partidos, justo los que hay de diferencia entre aquél y el que le enfrentará este domingo, a las 12:00 h. al Real Oviedo. Por lo tanto, habrá que ver ahora si sus compañeros del cuerpo técnico están a su altura en el siempre difícil Carlos Tartiere.