Como cada semana, ya conocemos las designaciones arbitrales para los partidos de la vigésima jornada del Campeonato Nacional de Liga de Segunda División, fecha que se abriría ayer, viernes, con la victoria del Cádiz, en el Carranza, ante un poco combativo Barcelona “B”. También allí, en Andalucía, el partido que abrirá la jornada del domingo (12:00 h.), lo protagonizarán el filial sevillista y el Real Oviedo, y será dirigido por el leonés Jorge Valdés Aller, en el Viejo Nervión.

Valdés Aller (León, 1981) pertenece al Comité Técnico de Árbitros de Castilla y León. Debutó en Segunda División hace siete temporadas, en la 2010-2011, tras su fugaz paso por la categoría de bronce del fútbol español, liga en donde sólo arbitraría dos temporadas, de 2008 a 2010. Esto le convierte, por tanto, en el árbitro más experimentado de la Liga 1|2|3, con 146 encuentros dirigidos a sus espaldas. Pero no sólo su elevado número de partidos arbitrados le dotan de mano izquierda: su experiencia viene acreditada, además, por la consecución de dos Trofeos Guruceta consecutivos, en 2014 y 2015. –Recordemos que este galardón es entregado por el Diario Marca al mejor árbitro de la categoría.- A pesar de ello no logró, en ninguna de las dos ocasiones, el ansiado ascenso a Primera División y lo cierto es que se viene metiendo en una edad un tanto complicada para lograrlo, teniendo en cuenta, además, que la juventud viene pisando fuerte en una categoría como esta, con nada más y nada menos que cinco colegiados que no llegan a la treintena.

Teniendo en cuenta que el Real Oviedo es uno de los peores visitantes de la categoría y que el Sevilla Atlético es el peor local (todavía no ha conseguido la victoria en Nervión) hay un dato que se antojará como clave, y es que con el cismontano como trencilla, sólo el 26% de los partidos que él dirige, se vuelven para casa con el equipo visitante, el 52% se quedan en el campo donde arbitra y el 22% acaban en empate.

Además, está situado en la mitad baja de la tabla de los árbitros más tarjeteros de la temporada pasada, por lo que podríamos calificarlo como permisivo, ya que es el tercero que menos cartones mostró (86) y el que menos jugadores envió al túnel de vestuarios antes de cumplirse el tiempo reglamentario (3). De las seis penas máximas que señaló, cuatro fueron a favor del equipo local y dos a favor del visitante y sólo dos de los equipos visitantes a los que dirigió en la 16-17, de los 21 que arbitró, lograron salir victoriosos.

Desde luego lo que sí que es cierto es que, con la experiencia que este árbitro tiene, lo más seguro es que la derrota del Real Oviedo en Nervión, si es que esta tiene lugar, no será por su actuación, ya que un buen árbitro nunca es protagonista de los partidos que dirige.