Para muchos oviedistas, el encuentro que enfrentará a Real Oviedo y Sporting de Gijón este próximo domingo 4 de febrero de 2018, será el primer derbi asturiano que vivan. Para otros, en la memoria quedan los enfrentamientos entre el primer equipo carbayón y el filial rojiblanco, en los que las alegrías y decepciones se repartieron a partes iguales. Sin embargo, toda historia tiene un inicio, y el primer derbi asturiano en Segunda B en el Carlos Tartiere se lo llevó el Real Oviedo en la fría tarde del 28 de febrero de 2010.

En aquellos años en el fútbol amateur, el conjunto de la capital asturiana ha contado con numerosos cambios en su plantilla, hasta el punto que solo queda un futbolista de aquellos que ascendieron en el Ramón de Carranza, y ese es Miguel Linares. Pero si bien es cierto que la temporada 2009/2010 pudo haber sido mejorable, a día de hoy todavía se recuerda con nostalgia aquella victoria in extremis que lograron los integrantes de la plantilla azul. El primero de todos, Oinatz Aulestia, cancerbero del Real Oviedo y leyenda azul tras haber detenido el penalti definitivo en el playoff de ascenso a Segunda División "B" de la temporada anterior. Otros futbolistas destacables de aquella plantilla eran Xavi Moré, Pelayo (actualmente en el Albacete Balompié), Jandro, Perona, Mario Prieto o Manu Busto

La historia del Real Oviedo en Segunda "B" es imposible de entender sin Manu Busto, uno de los futbolistas que más presencia tuvo dentro de la plantilla asturiana durante cuatro temporadas, marchándose en la campaña anterior a la del ascenso a la Liga 1|2|3. Precisamente el cántabro fue el jugador del conjunto carbayón con más importancia durante aquel encuentro, anotando los dos goles conseguidos por el Real Oviedo aquella tarde. Sin embargo, en el minuto 82, el Sporting logró empatar el encuentro a uno con un gol de Jony López, haciendo que el primer derbi asturiano de la categoría de bronce del fútbol español pudiese acabar en tablas

Finalmente, aquel partido tan trabado iba a tener una última oportunidad de terminar en historia feliz para el Real Oviedo, con una falta en la frontal del área a favor del conjunto carbayón en el minuto 95 de partido. Como no, el encargado de tirarla tenía que ser Manu Busto, y poseído por el mismísimo David Beckham, el cántabro logró poner el esférico en la mismísima escuadra de la portería del Fondo Norte, para darle al Real Oviedo la victoria en el último suspiro ante el filial del Sporting de Gijón, grabando así una imagen a fuego de uno de los mejores goles jamás vistos en el Nuevo Carlos Tartiere situado en La Ería. 

Afortunadamente, los derbis contra los filiales se han terminado, y Real Oviedo y Real Sporting de Gijón se vuelven a enfrentar de tú a tú en un partido que levantará pasiones y ampollas en ambos bandos. Llegó la fiesta del fútbol asturiano.