Que la Champions League es un premio realmente atractivo, tanto para la estructura del club como para jugadores y afición, es de sobra conocido. A los integrantes de la plantilla realista les permite disputar la competición más prestigiosa del mundo a nivel de clubes, midiéndose a los mejores equipos de todo el continente europeo en campos realmente especiales, con una atmósfera mágica, como Old Trafford. Además, les supone actuar en un inmejorable escaparate para darse a conocer y, porque no, dar un salto en sus carreras fichando por un club de más prestigio.

Para el club supone ingresar cantidades económicas en función de sus resultados que ayuda a mejorar la salud económica del mismo. La Real Sociedad, por ejemplo, habiendo jugado la previa y llegando a la fase de grupos, ya se ha embolsado más de diez millones de euros y, en caso de pasar a la siguiente fase, esa cifra podría subir a los dieciséis o más, dependiendo de los resultados.

Y los aficionados, no cabe duda, disfrutan lo mismo o más que los jugadores viendo a su club entre los mejores de Europa. La posibilidad de medirse a rivales como el Manchester United, Chelsea o Bayern de Múnich y de visitar esos estadios no se da todos los años, salvo en los clubes más grandes, por lo que cada vez que su equipo participa en la misma comienzan a hacerse planes para recorrer el continente viendo a su equipo.

En Lyon, alrededor de cinco mil seguidores realistas disfrutaron de un magnífico día visitando las calles de la ciudad francesa primero, y animando a su equipo después. El 0-2 hizo que la vuelta a casa fuera más llevadera. Un desplazamiento similar se espera para el partido ante el Manchester United, uno de los campos más atractivos que se puede visitar y en el que jugadores como Xabi Prieto anhelaban jugar. De hecho, ya hay aficionados con vuelo y hotel reservado.

Factura física y mental

Sin embargo, no todo son aspectos positivos. La carga de partidos aumenta al disputar competiciones europeas y eso, a la larga, pasa factura a cualquier equipo. Durante los dos partidos ante el Olympique, por ejemplo, los jugadores realistas realizaron un gran despliegue físico, mostrando un gran nivel de intensidad, lo que hizo que en los partidos posteriores se viera un equipo más cansado y menos intenso. Aun así, ambos partidos los blanquiazules acabaron en campo rival.

Pero ante el Elche y el Atlético de Madrid, se vio un equipo mucho más apático que en los dos duelos contra el Lyon y el encuentro inaugural de la liga ante el Getafe. Tanto física como mentalmente, jugar la Liga de Campeones y tres días después un encuentro de competición doméstica afecta a los jugadores, y más a aquellos que no están acostumbrados a disputar tres encuentros por semana.

En los partidos contra Elche y Atlético, el equipo estuvo lejos del nivel ofrecido ante el Lyon

La ilusión que genera la Champions, así como la parafernalia que le rodea (escuchar el himno antes del encuentro, la sustitución de la publicidad del estadio por la de la competición, etc.) hacen que cueste cambiar el chip y centrarse en el próximo compromiso. Eso parece que es lo que le ha pasado al equipo tras las dos primeras jornadas europeas.

Motivos para la esperanza

Durante la anterior participación en Champions, en la 2003/2004, el equipo de Denoueix obtuvo once puntos de veinticuatro después de disputar un partido de la Liga de Campeones. En otras palabras, no llegó ni a la mitad de los puntos que se jugaron, lo que hizo que el equipo sufriera casi hasta el final para mantener la categoría. Ese mismo año, el Celta de Vigo, que también jugó la máxima competición continental, descendió.

De momento, el bagaje de esta temporada es de un punto de seis posibles, media que habrá que mejorar para no pasar apuros en la clasificación. Razones para pensar que lo conseguirán hay, ya que el equipo mantiene las virtudes que le llevaron a la cuarta posición la temporada pasada y ha demostrado que en los compromisos clave no falla. Hay que tener en cuenta que el partido de Elche estuvo condicionado por un gol en el minuto dos de Coro, quien castigó la mala salida al partido de los de Arrasate, y que el Atlético de Madrid es hoy en día uno de los rivales más duros.

La recuperación de jugadores clave debe ayudar en futuras ocasiones

Además, a lo largo de toda la pretemporada el equipo ha tenido numerosos contratiempos en forma de lesiones. Mikel González, José Ángel y Agirretxe no han podido disputar todavía ningún encuentro por lesión, mientras que Griezmann, Carlos Martínez y Dani Estrada han tenido algún percance físico.

Se espera que el parón liguero de esta semana ayude a los lesionados a recuperarse completamente y a volver a incorporarse al resto de sus compañeros y Arrasate reanude la liga con todos sus hombres disponibles o, en el peor de los casos, con casi todos. Esto y la experiencia ganada tras los dos partidos de la previa deben servir para que ganar consecutivamente en liga y en competición europea no sea una misión imposible.