El partido entre el FC Barcelona y la Real Sociedad es una historia ya vivida. Un cuento que la familia blanquiazul conoce de memoria, ya que para su desgracia, viene repitiéndose año tras año en sus visitas al Camp Nou. En esta ocasión, el conjunto txuri-urdin volvió a caer estrepitosamente ante el cuadro catalán (4-1), tras ofrecer una pobre imagen y dando además la sensación de tirar el partido antes de jugarlo.

El frenético calendario de partidos está asfixiando al vestuario de Jagoba Arrasate, que vive su primer bache al frente del barco realista. Nadie dijo que fuera fácil, y todavía no se puede hablar de que la situación sea preocupante, pero las exigencias de disputar dos competiciones están castigando seriamente a la plantilla, especialmente en lo que a lesiones se refiere. No hay tregua ni tiempo para lamentarse.

En esa situación, y posiblemente pensando en aportar aire y frescura al equipo, -aunque sabiendo de antemano que puntuar era poco probable-, Arrasate diseñaba para la cita un once de circunstancias. Teóricos suplentes como Cadamuro, Javi Ros o el canterano Sangalli saltaban de inicio al terreno de juego acompañando a habituales como Markel, Iñigo Martínez, Xabi Prieto o Griezmann. Entre las ausencias, cabía destacar la del mexicano Carlos Vela, quien no disputó ni un solo minuto. Para muchos, las rotaciones resultaban excesivas y un ejemplo más de la poca ambición realista en sus visitas a la ciudad condal.

El Barcelona marca distancias 

Sea como fuere, la historia de otras temporadas se iba a repetir. Y es que una vez más, el FC Barcelona conseguía adelantarse muy pronto en el marcador, dejando el partido muy cuesta arriba para los donostiarras. Neymar primero y Messi después, aprovechaban la pasividad de la defensa realista para lograr un 2-0 en los primeros diez minutos. Sin duda una bofetada para los de Arrasate, que se veían fuera del partido a las primeras de cambio.

Con claro dominio local, en el minuto 23 llegaba el tercer tanto, obra de Sergio Busquets. Un gol que reflejaba muy bien la impotencia guipuzcoana. Y es que la Real se veía incapaz de salir de su cueva y tenía serios problemas para dar tres pases seguidos. Para complicar más la tarea, Xabi Prieto había abandonado el campo lesionado.

Los de Tata Martino se gustaban y por momentos recordaban al mejor Barcelona, llegando con profundidad y realizando brillantes combinaciones. Cierto es que enfrente tenían un equipo que no plantaba mucha oposición, pero también hay que decir que poco se puede hacer cuando la maquinaria azulgrana empieza a funcionar en su estadio.

De la Bella maquilla el resultado

Ya en la segunda mitad, y con el Barça algo más relajado, la Real intentaba estirarse y llegar al área de Valdés con peligro. El guardameta, muy serio y concentrado durante todo el encuentro, desbarató todo el peligro realista, destacando unos buenos disparos de Griezmann.

La única alegría txuri-urdin llegaba en el minuto 63, cuando tras un precioso gesto técnico de Agirretxe, De la Bella empujaba el balón a las mallas para hacer el 3-1. De todas formas, no cabía lugar para la remontada, puesto que Marc Bartra -protagonista inesperado-, lograba el definitivo 4-1 y cerraba la goleada local.

Así terminaba un nuevo partido de la Real Sociedad en el Camp Nou, una historia que se repite con mucha asiduidad. Ahora toca centrarse en recuperar a los jugadores con problemas físicos y pensar en el próximo encuentro de Liga, el próximo sábado frente al Sevilla.

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