Se ha vuelto a demostrar. La Real Sociedad necesita otro delantero centro, un caza goles, un depredador del área, un jugador de referencia. La lista de sinónimos es amplia. El fracaso estrepitoso que ha significado la contratación de Seferovic y la irregularidad de Agirretxe durante algunos tramos de la temporada, así como las probables salidas de Antoine Griezmann y Carlos Vela han reactivado el interés en el fichaje de un delantero para la próxima temporada. 

Del cielo al infierno

El suizo Haris Seferovic llegaba como una solución más en el ataque para la Real, con una buena pretemporada y la lesión de Agirretxe parecía que el internacional suizo tenía el puesto garantizado. Una teoría que se vio reforzada en los primeros compases de la temporada cuando marcó aquel fabuloso gol al Lyon. La afición y los compañeros alucinaban con el suizo. Sin embargo, la carga de partidos, el carácter del delantero y una serie de circunstancias ajenas al ámbito del fútbol han provocado que Seferovic pasase de ser titular indiscutible a ser un usuario privilegiado del banquillo txuri urdin. El rendimiento del suizo ha caído en picado, frustrado con su rendimiento y con algunos aspectos de su ámbito personal, su mente parece estar alejada de los terrenos de juego.  Ha perdido la titularidad en la selección de Suiza, en favor de Drmic y todo hace pensar que ocupará plaza habitual en el banquillo en el Mundial de Brasil.

La irregularidad y el compromiso, por bandera

La pasada temporada Imanol firmó los mejores registros de su carrera. Una segunda vuelta casi perfecta en el campeonato doméstico hicieron de Agirretxe un delantero de garantías, parecía que se había aparcado su irregularidad para dejar paso al sustituto de Darko Kovacevic. Sin embargo, una inoportuna lesión en la pretemporada del presente curso ha servido para que Imanol haya vuelto a las malas costumbres. La alternancia con Seferovic no le ha hecho bien, esto ha provocado que su recuperación haya sido más lenta y que le haya costado más calibrar su punto de mira. Sin embargo, el delantero de Usurbil ha seguido trabajando para mejorar partido a partido y volver a hacerse con el puesto que merece. Su compromiso hace que no se dude de Imanol, es un hombre de club, por cuyas venas corre sangre blanquiazul, y eso lo sabe Arrasate, lo sabe la directiva y lo sabe la afición.

Con uno no basta

Ya se ha visto lo que ocurre cuando se afrontan tres competiciones con una plantilla tan corta. El equipo necesita otro delantero, y sustituir con jugadores de garantías a aquellos que dejen el club este verano, que parece que será más de uno. Seferovic, Griezmann, Vela… y quien sabe si alguno más dejará de vestir la elástica realista. Se avecinan reformas en San Sebastián, hay que reemplazar pilares muy importantes y componer una plantilla equilibrada pensando en las tres competiciones que hay por delante.