La Real mostró dos caras muy diferentes en San Mames, una en la primera y otra horrible en la segunda mitad (3-2). La primera, con una Real Sociedad enchufada mostró sus ganas y ambición desde el primer minuto en busca de mantener la buena racha de los derbis.

En un corner botado por el azteca Carlos Vela llegó el gol que abriría la lata del enfrentamiento de la mano, o mejor dicho del pie derecho de David Zurutuza en el minuto 17. Todo iba sobra la marcha, la Real mandaba en el juego y sobre todo en el marcador, que al final, es lo verdaderamente importante.

Los jugadores de la Real celebrando el primer gol. I Foto: Óscar Alonso / VAVEL
Los jugadores de la Real celebrando el primer gol. I Foto: Óscar Alonso / VAVEL

Llegados al descanso, el balance era muy positivo y no se le podía achacar mucho a los visitantes, ya que eran los Leones quienes tenían mucho que mejorar si querían sacar tajada del clásico vasco.

Cara B

Y así lo hicieron. A la vuelta al terreno de juego tras los primeros 45 minutos, el rápido extremo bilbaino, Iker Muniain condujó el esférico a lo largo del área rival, y con un gran tiro logró perforar la meta defendida por el arquero Gerónimo Rulli, logrando así la igualada en el marcador. La Real Sociedad no pudo hacer nada, o entró en un repentino estado de apatía, y en un corto periodo de tiempo llegarón los goles de los rojiblancos que dejaban casi sentenciado el encuentro, gracias a los goleadores, Aritz Aduriz e Iñaki Williams.

Pero a pesar de la desastrosa segunda parte txuri-urdin, los ayer visitantes todavía tuvieron algo que decir, e Iñigo Martínez con un potente testarazo logró el segundo en la cuenta de los donostiarras, aprovechando una buena falta botada por Asier Illarramendi.

Los de Eusebio necesitaban, un gol, un tanto, ver el balón en la red de Iraizoz, pero finalmente, y a pesar de la entrada en el terreno de juego de Juanmi y Concha no se pudo dar, y esta vez la Real se queda sin premio en la Catedral.

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