Ninguno de los dos equipos ha sabido mantener el resultado favorable que poseían en los partidos del pasado fin de semana. Se puede hablar de mala suerte, pero el tiempo nos ha enseñado que en el fútbol no siempre gana el que ha llevado la delantera, ni incluso el que más se lo merece.

Noventa minutos son noventa minutos y ni el Sanse, ni las chicas han podido mantener la portería a cero en sus respectivos partidos.

Los empates en los que se va por delante y el rival marca en los instantes finales del encuentro duelen y de eso van a aprender seguro tanto el filial como las feminas txuriurdin.

Las chicas

El empate a uno de las chicas ante el Espanyol sirve para sumar un punto en una temporada cuyo arranque no ha sido precisamente bueno. Algo pasa o pasaba en el equipo hasta este fin de semana. Por un motivo u otro el gol costaba y la concentración desaparecía cuando más hacía falta. 

Hasta ahora las rivales de las realistas han visto portería con facilidad y salvo en este último partido penetrar el area donostiarra era fácil. Este fin de semana parece que las cosas han cambiado, que la Real se ha adelantado en el marcador y se ha hecho lo posible por mantener la portería a cero e incluso por sumar más dianas en la portería contraría.

En esta ocasión no ha podido ser, pero de aquí en adelante seguro que las chicas tendrán en cuenta lo ocurrido ante las catalanas y tratarán de llevar a la práctica ese juego que ya han demostrado tener en otras ocasiones. 

El Sanse

Si el resultado de las chicas ha sido injusto, el de los potrillos del Sanse no tiene descripción.

En el enfrentamiento ante el Toledo el Sanse ha peleado por hacerse con el partido y vio el premio en el gol que les adelantaba, pero como ya hemos dicho antes los partidos duran noventa minutos.

Los manchegos que llegaban como líderes a tierras gipuzkoanas, hacían el empate definitivo en la última jugada del partido. Mudo se quedaba el Jose Luis Orbegozo con el tanto visitante.

No obstante hay que decir que la imagen del Sanse ha mejorado respecto a partidos anteriores. El filial realista planteó un partido serio en el que tuvieron cerca la victoria ante un rival de entidad.

Los puntos de los potrillos en la clasificación general no reflejan el juego del equipo y la imagen ofrecida este fin de semana ayuda a pensar que la mala suerte se va a olvidar del Sanse.

Los de Imanol Alguacil merecen más de lo que han logrado, pero el fútbol es así y los remedios los tiene que poner uno mismo. Parece que el Sanse va por el buen camino.