La Real apareció de nuevo. Era de esperar que los de Eusebio Sacristán saliesen a morder a su rival tras caer derrotado en el derbi del domingo, en una mala actuación. Los primeros minutos marcaron el porvenir del encuentro, en los que el conjunto realista supo cómo apretar a su rival a base de ahogar la salida y acumular numerosos efectivos en ataque. 

Eusebio confió en el bloque que jugó en San Mamés y repitió el once inicial, apelando a la profundidad de sus laterales, y a la consistencia de su medular. En los primeros compases, los de Eusebio Sacristán leyeron a la perfección el planteamiento algo más defensivo de Pellegrino, que planteó un 4-5-1 en defensa, esperando al rival en su parcela. 

A pesar de todo, fue el Deportivo Alavés quien dio el primer susto, en una prolongación de Deyverson a centro de Raúl García que obligó a intervenir al meta Gerónimo Rulli. 

La Real dominó a su rival a base de ensanchar el campo con los laterales, y dominando el juego interior, con la presencia tanto de Vela, Prieto, Oyarzabal y Willian José, además del propio Illarra y Zurutuza. El dominio de la Real en los primeros compases fue abrumador, hasta el punto que el Deportivo Alavés se mostraba incapaz de salir de su propio feudo, algo que la Real no pudo materializar ni en goles ni en oportunidades.  

Prieto adelanta a la Real Sociedad

Hasta que apareció la figura de Carlos Martínez, pasados los veinte minutos del primer acto. El de Lodosa se llevó un balón a base de garra ante Raúl García, apuró línea de fondo, y su centro al primer palo lo cabeceó Xabi Prieto con un testarazo inapelable, ganándole la posición en el primer palo a Feddal para establecer el uno a cero. 

El Alavés tardó en despertar, pero con el paso de los minutos fue apareciendo en campo rival, para advertir a los de Eusebio de que no sucumbirían a un precio tan bajo. A la media hora del partido, llegó la mejor ocasión del conjunto vitoriano en la primera parte. Camarasa sirvió un balón al espacio a Edgar, que en el mano a mano ante Rulli, disparó al muñeco, y en el rechazo, el propio Camarasa remató por encima de la portería de Rulli con todo a su favor. 

Mejora leve del Deportivo Alavés

La Real bajó el ritmo de juego con el marcador a favor, y el Alavés, obligado a reaccionar, adelantó las líneas para incomodar a la zaga realista. El luminoso no se movió al término de los primeros 45 minutos, pero la sensación de comodidad con la que se encontró la Real al comienzo fue desapareciendo en el último compas del primer tiempo. 

Pellegrino realizó toda una declaración de intenciones introduciendo al punta Santos en lugar del centrocampista Torres. Sin embargo, el técnico argentino se encontró con un contratiempo importante al poco de comenzar la segunda parte, dado que Laguardia tuvo que dejar el césped por lesión, lugar que ocuparía posteriormente el alicantino Kiko Femenía, quien se colocó en el lateral derecho, para desplazando a Vigaray al eje de la zaga. 

Willian José agranda su estado de forma

Sin embargo, el mayor contratiempo para los de Mauricio Pellegrino llegaría al poco de comenzar el segundo tiempo: Raúl Navas recogió un balón en campo rival, puso un balón en el área pequeña, Willian José controló de espuela, y tras zafarse de Feddal, superó a Pacheco por encima con una vaselna de lo más precisa. 

Con espacios, la Real pudo sentenciar el encuentro, en una carrera iniciada en campo propio, Vela disparó por encima de la portería de Pacheco, tras zafarse de la marca de Raúl García  y Feddal

Un clásico error de entendimiento en la zaga realista pudo darle vida al Alavés, tras un mal despeje de Rulli que quedó corto, pero Edgar, que no tuvo su día, no consiguió acertar en el intento de superar a Rulli, y el balón salió ligeramente desviado. 

El Alavés controló más el balón en el tramo final del partido, pero no lo pudo concretar en oportunidades de gol, salvo la anteriormente mencionada ocasión de Edgar. La Real, por su parte, midió los tiempos del juego, y consiguió mantenerse dentro del partido de forma ordenada, como tratando de ahorrar esfuerzos.

De distinta forma debieron pensar Oyarzabal y Vela. La nueva perla de Zubieta no vio el gol, pero dejó otra asistencia más sacada de su repertorio: El eibartarra puso un gran envío al segundo palo, y Carlos Vela, llegando desde segunda línea, remachó el balón al fondo de las mallas para establecer el definitivo tres a cero. 

Tres puntos más para una Real Sociedad, que consigue la tercera victoria consecutiva en casa. Los resultados acompañan al equipo como local, por lo que una vez más, el viernes los de Eusebio buscarán dar un nuevo paso adelante ante el Leganés