Real y Valencia, donostiarras y valencianos,  blanquiazules y murciélagos. Son muchos los encuentros que han enfrentado a estos dos históricos de España. Son muchas las alegrías que la afición donostiarra ha vivido cuando su escuadra se enfrentaba a los ches

Si echamos la vista atrás apreciamos claramente el dominio de los txuri-urdines en la mayoría de los enfrentamientos. Se podría considerar con ello al Valencia CF como un rival asequible, puesto que los resultados de las últimas campañas así lo avalan. Noches de ensueño las que se han vivido en estos duelos, repletas de goles y sobre todo, de buen fúbol.

La mayoría de los clubes de esta nuestra liga, dirían que el conjunto valenciano es un hueso duro de roer, pero en cambio, para la Real, todo es diferente. Ante ellos, sacan su mejor versión y eso se ve claramente reflejado sobre el terreno de juego.

Pero, ¿como se gana a todo un Valencia? Esa es la pregunta que muchos de nosotros nos hacemos cada vez que la Real sale victoriosa. Esa pregunta debería de ser respondida o bien por los técnicos realistas que lo han logrado, o bien por los propios jugadores que lucharón en cada una de las batallas.

Al Valencia se le gana con el balón en los piés; es decir, teniendo el dominio del esférico. Otro aspecto esencial para vencer a los ches, es el de saber aprovechar las ocasiones generadas y llevar la iniciativa a la hora de crear una jugada ofénsiva y al igual que con otros muchos adversarios, es crucial ser sólido y no conceder fallos en la línea defensiva, puesto que el club de Mestalla tiene mucha pólvora en la delantera.

Siguiendo estos pasos, puede que los tres puntos se queden en Donosti, dejando así aún más hundido de lo que está al club valenciano y reivindicándose tras el accidentado encuentro frente al Deportivo de la Coruña.