Ilusión y alegría, desilusión y tristeza o un sentimiento neutro donde se aglutina un poco de ambos. Eso es lo que provoca el periodo de fichajes estival. A las 23:59:00 del 31 de agosto se suele poner el punto y final a la ventana de adquisición y venta de jugadores en la liga española. Es a partir de ese momento cuando se pueden sacar conclusiones. Nunca antes. La historia nos ha enseñado que son esos últimos días en los que se producen un mayor número de movimientos y sorpresas, debido a que se apuran plazos en el transcurso de largas negociaciones para poder obtener los mejores precios. Tanto desde la perspectiva del que compra como del que vende el tiempo es un factor clave. 

Apenas lleva abierto un cuarto del periodo de fichajes y en los despachos de Anoeta ya se han producido algunos movimientos. En la parte de salidas se marcharon Mikel González, que cabaó contrato, Zaldúa que salió cedido al Leganés y Yuri, vendido la semana pasada al PSG. Por su parte, en las entradas llegaron Diego Llorente, para supliar la baja de Mikel y como fichaje ilusionante Adnan Januzaj, proveniente del Manchester United. Es aquí donde hay que responder a la cuestión del titular: "¿Qué estrategia es mejor para fichar?".

En el seno de la familia realista existen distintas opiniones sobre la política de fichajes llevada a cabo por la junta directiva. Como sucede en todas las aficiones del mundo, siempre hay quienes están de acuerdo con las incorporaciones y quienes habrían ido a por otro tipo de futbolistas.

En los despachos de la secretaría técnica txuri urdi parecen tener claro que el prototipo de futbolista que persiguen es el de jugador joven con proyección. Tanto Diego Llorente como Adnan Januzaj son dos valores que prometían conversirse en estrellas en sus respectivos equipos y que por los motivos que sean se han quedado algo estancados en su crecimiento. Es ahí donde la Real juega su baza y adquiere a este tipo de futbolistas con la esperanza de que retomen el vuelo y sigan en el césped de Anoeta con el crecimiento que tanto prometían.

¿Pocos fichajes pero contrastados o más inexpertos y en mayor número?

Las jóvenes promesas son tipos que por lo general ilusionan a algunos y crean algo más de dudas en otros fans. Estos últimos abogan por cambiar la estrategia y preferirían fichar menos en cuanto número pero firmar nombres contrastados y con mayor experiencia en la Liga. Es decir, mejor dos buenos conocidos que cinco por conocer.

Incorporar futbolistas consagrados y completar el déficit con canteranos en las posiciones necesarias. Zubieta siempre ha sido un lugar de donde salieron grandes jugadores y confiar en los de la casa provocando una mezcla con lo poco bueno que venga de fuera es considerado para muchos la fórmula mágica. Hasta el momento Aperrabay y los suyos están optando por la primera opción pero ya saben, nunca llueve al gusto de todos. Los Januzaj, Llorente y compañía tienen la llave para decidir si la estrategia era la mejor.