El equipo txuri-urdin se encontraba ante un partido importante pero no clave, como Illarramendi aclaró en rueda de prensa. Tras un arranque fantástico en Europa League contra el Rosenborg en Anoeta venciendo por cuatro a cero, el conjunto donostiarra perdió por tres a uno ante el Zenit en Rusia. Es por eso que el partido era fundamental para poder afianzar el pase a la siguiente fase, y así lo entendieron tanto los jugadores como el entrenador. Eusebio decidió no rotar e hizo debutar al canterano Gorosabel debido a la lesión de Odriozola. Asimismo, Canales y De la Bella entraron en el once titular como viene siendo habitual en los partidos de Europa League

El conjunto realista fue fiel a su estilo de juego y así lo demostró durante los 93 minutos que duró el encuentro. Los de Eusebio tomaron las riendas del partido desde el inicio y se encontraron a un conjunto que solamente se dedicó a defender y a esperar algún error del equipo guipuzcoano para salir, rápidamente, al contraataque. Una Real muy superior se vio cómoda en el terreno de juego en el que en el minuto 12 ya se adelantaba en el marcador. Fue en un córner ejecutado por Canales que peinaría al segundo palo Xabi Prieto y que Mikel Oyarzabal, libre de marca, empujaría para hacer subir el uno a cero al marcador. El extremo, que sigue en racha tras llevar cinco partidos oficiales consecutivos marcando, daría la suficiente tranquilidad para que el equipo tuviera más presencia ofensiva.

Una Real con hambre de goles dispondría de más situaciones de gol, pero Willian José no estuvo acertado en dos ocasiones y el marcador no subió hasta el minuto 33 en el que, el propio delantero brasileño, remataría un balón asistido por Illarra. El delantero lo celebraría con rabia tras fallar, anteriormente, dos ocasiones claras. Ya con el dos a cero en el marcador y sin ninguna reacción del Vardar, excepto un tiro de Nikolov que blocó Rulli sin problemas tras un rechace de un córner, la Real mataría el partido con otro tanto de Willian José, que sumaría a su lista particular su segundo gol de la noche, tras probar suerte con un potente disparo desde fuera del área a pase de Oyarzabal que Gacevski no pudo parar. Con este resultado finalizaría el primer tiempo siendo la Real Sociedad un dominador claro del primer tiempo al rematar 16 veces y tener un 74% de posesión de balón.  

Ya en la segunda parte, Janevski, entrenador del Vardar, daría entrada a Blazevski por Nikolov con el fin de intentar hacer frente a una Real muy superior. El cambio no hizo efecto y los jugadores donostiarras salieron con la misma mentalidad que en la primera parte. Solo hicieron falta diez minutos para que Willian José, a centro del debutante Gorosabel, que suplía a Odriozola, sumara el cuarto gol del encuentro y el balón de fútbol como recuerdo de su hat-trick. Ya con el partido resuelto, Eusebio empezaría a pensar en dar descanso a varios de los pilares del equipo sustituyendo a Oyarzabal por Januzaj en el minuto 57. Tres minutos después daría entrada a Bautista por el hombre del partido, al que le dio tiempo de confirmar el buen partido que estaba jugando tras marcar su última diana. Un minuto antes de su cambio, el delantero brasileño aprovecharía un rechace para remarcar su actuación, sumaría cuatro goles en su cuenta particular haciendo que sea el único jugador en la historia del club en anotar un póker en un partido europeo y el único de la historia de la Europa League en marcar cuatro goles fuera de casa. Ya sin opciones de remontada para el Vardar, Eusebio dio entrada a Rubén Pardo por Illarramendi para que el riojano volviera a recuperar sensaciones después de su fallo en Europa League contra el Zenit.

El ritmo del partido iría decayendo con el trascurso del tiempo haciendo que los jugadores de la Real pudieran bajar el ritmo de competición sin ningún riesgo a que los macedonios pudieran marcar un gol. Aun y todo, Adnan Januzaj probaría suerte desde el borde del área, pero no tendría fortuna para poder sumar su primer tanto como txuri-urdin. Ya en el minuto 90 y con los jugadores del Vardar pensando en el final del partido, Alberto De la Bella se sumaría a la fiesta de goles aprovechando varios rebotes en el área y anotando por la esquina inferior. Con este tanto la Real finalizaría el encuentro firmando la mayor goleada en competiciones europeas en toda su historia.