Ha sido un largo y competitivo año para la Real Sociedad, sus jugadores han dado todo para hacer una campaña con premio justo al final; la recompensa ha sido ir a la Europa League gracias a un gran cierre de temporada en Liga. Entre los jugadores encargados de levantar y aportar las victorias y puntos importantes se encuentra Raúl Navas, uno de los centrales más enfocados en Primera División, un jugador sólido y listo para hacer los deberes independientemente de lo complicados que puedan ser sus oponentes.

El central jugó 35 partidos en la temporada 2016-2017, su segunda desde que llegó al club, en la cual contó con gran apoyo y confianza de su entrenador, Eusebio Sacristán. Llegó a participar en 34 partidos entre las dos competencias que disputó la Real, siendo estas LaLiga y la Copa del Rey, competencia en la que el club txuri-urdin quedó eliminado en los cuartos de final por el Barcelona.

El hispalense se volvió un defensor vital para las planeaciones de Eusebio, principalmente por la partida de Diego Reyes al Oporto. Navas demostró ser capaz de estar a la altura de la expectativa, fue un defensor serio y no tuvo problemas en mantener su puesto junto a Íñigo Martínez como los principales protectores de la zaga.

Entre todos los partidos que disputó Navas, solo pudo meter su nombre una vez en el marcador, en el juego contra el Osasuna a principios de febrero en Anoeta. El partido finalizó 3-2 a favor de la Real, hizo el gol del empate a los 62 minutos en una jugada dentro del área, tras una serie de rebotes que finalmente aprovechó para mandar al fondo de la red con la cabeza, siendo el inicio de lo que sería una victoria donostiarra tras el silbatazo final.

Realizó más de 330 recuperaciones de balón en la temporada clasificado como el número doce en el ranking de mayor cantidad en este rubro, detrás de Íñigo e Illarramendi. En cuanto a su registro de tarjetas en la última campaña, apenas recibió tres amonestaciones, una contra el Málaga en la penúltima jornada, otra contra el Deportivo en la jornada 33 y contra el Atlético en la última visita de la Real al Vicente Calderón. No recibió ninguna tarjeta roja, lo cual le categorizó como un defensor bastante limpio y maduro. Entre sus estadísticas también sobresalen dos asistencias de gol a su nombre, una contra el Alavés y la otra en Copa contra el Valladolid.

Mermado por la lesión en la lumbar

A finales de agosto padeció de una lesión en la zona lumbar que lo alejaría por al menos un mes del fútbol. Además, la llegada de un refuerzo a la matriz de la defensiva siendo Diego Llorente le significaría un grado alto de competencia al sevillano. Sin embargo, ha podido mantenerse al nivel de su compañero y ha tenido participación en ocho encuentros de lo que va de temporada, todas las competencias incluidas a pesar del mes de inactividad por la lesión. Desde octubre participó en cuatro partidos, incluidos los dos contra el Lleida por Copa cuando fueron eliminados; curiosamente hizo una asistencia en el partido de vuelta, el cual terminó perdiendo la Real 2-3, partido en el que fue titular y el último de los donostiarras en Copa.

Su otra asistencia la hizo contra el Villarreal, el último partido que jugó antes de ausentarse por sus molestias en la espalda. Se ha vuelto un sustituto de valía por lo que puede aportar en la cancha, Eusebio no duda en darle minutos cuando es requerido. Su última participación en el 2017 fue en el partido contra el Sevilla en Anoeta, cuando el preparador vallisoletano requirió de sus servicios para completar el cuadro defensivo el cual estaba corto por las bajas de Kevin y De La Bella, necesitando ubicar a Iñigo en la banda izquierda, dejando a Navas y Llorente compartiendo la zona central.

Termina un año muy competitivo y completo para Raúl Navas, iniciará el 2018 con una sana competencia por mantenerse como uno de los guardianes más importantes de la Real Sociedad, pero mantenerse a la altura del reto no es difícil para un defensor tan experimentado y serio como lo es el hispalense.  

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Sobre el autor
Pablo Arrivillaga Galindo
Nacido en Guatemala. Apasionado por el fútbol español, los videojuegos y la WWE.