A las 18.30 horas  de la tarde se dio comienzo a un partido más que entretenido en el cual sucederían bastantes jugadas que animarían al público durante el primer tiempo. El equipo local empezaría dominando el control del partido y de la posesión, aunque el Celta de Unzué intentaría rebatar el esférico con el fin de utilizarlo como principal herramienta para conseguir la victoria. Tras diez minutos del partido y después de que la Real Sociedad dominará gran parte de este tiempo, creando varias ocasiones a través de unas buenas triangulaciones entre Xabi Prieto, Odriozola y Canales por la banda derecha, llegaría el primer gol del partido tras un centro del capitán, llegando a línea de fondo, que cabecearía Willian José haciendo imposible la estirada de Rubén Blanco. Las llegadas por la banda derecha de Odriozola eran la forma más efectiva de la Real Sociedad para crear daño, mientras que el Celta de Vigo conseguía un cambio de calidad cuando el balón estaba en las botas de Iago Aspas.

Dos penaltis en 5 minutos

Mientras tanto, los ataques iban llegando por parte del Celta buscando continuamente la espalda de Kevin Rodrigues para buscar peligro. En una de estas, Matheu Lahoz pitaría penalti por una mano de Juanmi cuando ayudaba a defender tras una subida de Hugo Mallo. El árbitro no lo dudó y fue Iago Aspas quien se dispondría a materializar el penalti. Con una calidad y tranquilidad propias de él, conseguiría anotar el penalti y no perdonaría.

Aun así y tras este jarro de agua fría en Anoeta, la Real se centro en ir a por el partido y después de cinco minutos en los que trabajó con el balón para crear oportunidades, llegaría una jugada por la banda derecha en la que Odriozola, en la línea de fondo, centraría para que Canales rematase mientras Lobotka cometía un penalti por agarrón.  El delantero brasileño se dispondría a chutar optando por un golpeo potente y centrado que iría dirigido al larguero. Willian José lo fallaría y la Real despreció la oportunidad de ponerse, por segunda vez, por delante del marcador.

El partido seguiría en empate hasta finalizar la primera parte, pero hubo varias jugadas en las que cualquier equipo podría haberse adelantado en la primera parte. En algunas de ellas, estaban presentes tanto Odriozola y Pione Sisto, un duelo de velocistas. El primero de ellos subía la banda para dar apoyo a sus compañeros creando espacios con el fin de llegar a línea de fondo y poder centrar, mientras que el segundo falló un uno contra uno frente Rulli en el minuto 32, el cual, tras una mala salida de balón del arquero argentino, el Celta salió de las botas de Iago Aspas de una manera muy rápida hacia la portería donostiarra para llegar a la parada de Gerónimo Rulli.

Era evidente que la Real era el equipo que más estaba arriesgando para conseguir la victoria mientras que el Celta se centraba en su jugador franquicia para intentar dominar el partidor y materializar algún gol antes del descanso. Casi hubo un tercer gol en el partido cuando en la última jugada y tras un centro de Xabi Prieto, Jozabed intentando despejar, remató hacia su portería haciendo que Rubén Blanco respondiera a ese “despeje” del jugador celtiña. Así se finalizaría la primera parte en Anoeta dejando una sensación de superioridad y de gol por parte del equipo vasc

Mucha posesión, poco gol 

La segunda parte empezaría con una Real muy diferente a la de los últimos partidos. El conjunto guipuzcoano salió atento, motivado y con ganas de ir a por el partido y así lo demostró durante los primeros minutos del partido cuando el club donostiarra se sentía cómodo durante el verde y veían capaces de poder materializar otro tanto. A su vez, el Celta pasaba por sus peores momentos del partido defendiendo en su propio campo para buscar una salida rápida hacia Maxi Gómez o Aspas.

Tal era la sensación de que la Real podría marcar un gol que Eusebio decidió realizar cambios para dar entrada un poco de frescura, rapidez, regate y, sobre todo, gol con los cambios ofensivos de Oyarzabal y Januzaj. Durante estos minutos solo se veía un equipo sobre el verde hasta que llego el minuto 75, momento en el que el partido daría un vuelco importante. En aquél minuto Maxi Gómez anotaría un tanto de córner centrado por Wass en el que Rulli ayudaría al delantero uruguayo debido a su mala colocación en la portería.

El partido tuvo un punto de inflexión debido al gol y el Celta empezaría a convertirse en un equipo más motivado y con más presencia en el verde. A falta de 15 minutos y como respuesta de Eusebio, el míster decidió dar entrar a Imanol Agirretxe con el fin de poder conseguir el empate. Como es lógico la vuelta a los terrenos de juego de el de Usurbil motivó a los aficionados debido cariño que le tienen, pero no pudo ser lo suficiente como para poder marcar otro gol. Por otro lado, lo intentaría Januzaj tras una buena combinación con Xabi Prieto, que la línea de fondo se la volvería a ceder para que el belga enviará el disparo un poco desviado al palo derecho de la meta de Rubén Blanco.

El partido finalizaría con una Real enfocada al ataque mientras que el Celta, de una manera ordenada y defensiva, se centraban en defender para buscar las salidas por alto a sus delanteros. Este triunfo del Celta hace que se mantengan en esa lucha por los puestos europeos mientras que la Real mira desde más cerca los puestos de la zona baja de la tabla.