La temporada de la Real Sociedad se ha estancado desde el arranque del 2018, sin poder sumar un solo punto hasta ahora. El equipo donostiarra se ha visto frustrado por los resultados recientes que le han negado alejarse de posiciones que parecían imposibles para un cuadro tan competitivo. Ubicados en la decimoquinta plaza y con dos derrotas al hilo en Anoeta como cargo de conciencia, la Real ha creado una racha negativa y curiosa por el hecho de empezar ganando sus partidos y terminar perdiéndolos. El pasado domingo en casa, fue la quinta ocasión durante el certamen que se vieron condenados a sufrir menudo infortunio.  

Primer incidente

El Getafe fue el primer equipo que le dio la vuelta a la Real Sociedad. Pasó el 29 de octubre en el Coliseum, cuando los txuri-urdin empezaron adelantados en el marcador con anotación de Oyarzabal a los cinco minutos, haciendo una buena exhibición. Resultado parcial que se mantuvo hasta el final de la primera mitad. En la segunda, llegó el despertar del cuadro azulón, aporte de Ángel Rodríguez, quien ingresó desde el banquillo para revolucionar el partido, empatándolo y consiguiendo un penalti que fue convertido por Jorge Molina a falta de cinco minutos para el final. 

El 'Lleidazo' 

El segundo incidente fue tan sorpresivo como doloroso, pues le costó a la Real la carrera por la Copa del Rey. Tras ganar la ida 0-1 en campo del Lleida, la Real parecía amarrar su pase a octavos de final al empezar ganando 2-0 en la primera parte, goles de Diego Llorente y Juanmi. Arrancada la segunda parte, el combinado catalán que llegó a Donosti con una racha de seis partidos sin ganar, sorprendió a Anoeta remontando el partido en tres minutos. Finalmente, le dieron la vuelta a los 87 cortesía de Radulovic para eliminar al equipo de San Sebastián. Los de Segunda B se aprovecharon de una Real que se confió demasiado con el marcador y cometió demasiados errores defensivos que los dejaron fuera de Copa de forma prematura. 

Otra vez en la capital 

Tras el fiasco en la Copa volvió la acción de LaLiga. Era la primera jornada de diciembre y la Real tendría que visitar el Wanda Metropolitano por primera vez. Los donostiarras empezaron adelantados con un gol de Willian José a la media hora de partido, el brasileño canjeó una pena máxima en gloria. Mostraba una buena cara el equipo de Eusebio hasta después del gol cuando se echaron atrás y dejaron que el Atlético hiciera su juego. A pesar del buen partido que ofreció Rulli, Filipe empató a los 63 minutos. Pero el partido se decidió hasta el 88 cuando el astro francés, Antoine Griezmann, sentenció a su ex equipo a salir de Madrid sin puntos. 

Fin de la maldición 

Hace dos semanas la Real recibió al Barcelona con la intención de mantener la "maldición de Anoeta" intacta en Liga. Los catalanes, más líderes que nunca, no hicieron su mejor primera parte; empezaron cayendo con el engañoso 2-0 que estaba bien decorado por una actuación soberbia de los donostiarras. Willian José y Juanmi pusieron arriba al local y, aunque parecía que no tenía mucho por dar, el Barça se mantuvo con vida por un gol de Paulinho antes de irse al vestuario. La etapa complementaria fue un dolor para la Real, que recibió el empate a los 50 minutos a nombre de Luis Suárez. El uruguayo también hizo el gol que puso arriba a los blaugranas. Concluyendo la lluviosa velada con un golazo de Messi de tiro libre, concluyó así la seguidilla de diez años sin poder ganar en campo de la Real. 

Una vez más

El arranque de la segunda vuelta pintaba para ser mejor. La Real nuevamente mostró su mejor actitud y un buen juego contra el Celta. Willian José abrió la lata a los diez minutos y desde entonces todo se fue en picada. Iago Aspas, el astro del equipo gallego, empató el partido diez minutos después y, aunque en el horizonte se veía una victoria o (en el peor de los casos) un empate, la visita se terminó llevando el partido en una de sus pocas ocasiones de peligro generado a nombre del jugador revelación: Maxi Gómez. 

La Real dejó ir nuevamente la victoria y se han condenado a alejarse de la mitad de tabla por dificultades para amarrar los partidos. Haciendo buenas primeras partes, pero sin poder sustentar el marcador. Hasta ahora parece que el sueño de competencia europea, al igual que el sueño de Copa, se esfuman para los pupilos de Eusebio.