Fábio Faria es uno de esos jugadores que han pasado sin pena ni gloria por el Real Valladolid. El joven exfutbolista portugués llegó a la ciudad del Pisuerga en enero de 2011 cuando el equipo pucelano vivía su peor situación deportiva de los últimos años.

Faria llegó en el mercado invernal gracias a una cesión del Benfica a un Pucela entonces dirigido por Abel Resino. El objetivo de su llegada fue el de dar solidez defensiva, en una operación que buscaba repetir las buenas sensaciones dejadas por Henrique Sereno en la temporada anterior. Sin embargo, en este caso los resultados no fueron tan positivos y el defensor luso jugó tan solo 4 partidos en su estancia por tierras castellanas.

De estos cuatro encuentros todos se saldaron con derrotas y el joven central no demostró la calidad que se le presupone a un internacional por Portugal tanto en su combinado sub19 como, posteriormente, en el sub21. Incluso se le llegó a achacar falta de ritmo y velocidad, aunque también es cierto que sus tres primeros partidos los jugó en el peor momento del equipo en todo el campeonato liguero, con un Resino que todavía intentaba dar con la tecla que hiciera que el equipo carburara.

El cuarto y último partido de Faria con la camiseta blanquivioleta fue tres meses después de los anteriores cuando el portugués llevaba sin jugar un solo minuto desde entonces. El Real Valladolid se jugaba en la 41ª jornada de la Liga Adelante su presencia en la promoción de ascenso a la Liga BBVA y para ello tuvo que viajar a tierras oscenses para medirse en el Alcoraz a la SD Huesca. Para este partido Resino no podía contar con Carlos Peña por sanción y decidió dar entrada en el lateral izquierdo a un Fabío Faria sin apenas ritmo competitivo y en una posición en la que no estaba acostumbrado a jugar.

El resultado en Huesca fue negativo y al perder por 1-0  el equipo tuvo que jugarse el todo por el todo en Zorrilla en la última jornada y ahí el Pucela, sin Faria, no falló y gracias a dos tantos de Javi Guerra los pucelanos se clasificaron para el Play Off de ascenso.

Problemas cardiacos

Sin embargo, pese a su poco protagonismo en el equipo vallisoletano, la historia de Faria es de estas que hacen que el fútbol pase a un segundo plano y hacen reflexionar sobre lo que es realmente importante. Faria, tras varios meses alejado del fútbol, tuvo que decir adiós a su carrera profesional el pasado 8 de marzo por problemas cardiacos.

Al enterarse de esta dura noticia las reacciones no se hicieron esperar y, de inmediato, el presidente del Benfica anunció que el club respetaría el contrato que tiene con él hasta el 30 de junio de 2015 para que Faria con ese dinero pudiera rehacer su vida. Además, anunció que se le rendiría un homenaje en el próximo encuentro en el Estadio de la Luz, ante el Gil Vicente.

Muchos futbolistas quisieron apoyar también al joven exfutbolista portugués y por ello se hizo una cena de homenaje. Entre los asistentes había muchas caras conocidas, destacando Beto, actual portero del Sevilla. Incluso los gestos de ánimo llegaron desde tierras escocesas: el joven atacante portugués Esmael Gonçalves, cedido al St Mirren por el Rio Ave, al anotar un gol en la final de la Copa de la Liga se quitó la camiseta mostrando una interior en la que se apreciaban las palabras “Força Fábio Faria”.

Faria ha pasado su corta vida futbolística en el Rio Ave y Benfica, con dos cortas estancias en el Pucela y en el Paços de Ferreira, y con solo 23 años ha tenido que dejar una prometedora carrera futbolística en la élite. El propio exfutbolista ha reconocido que quiere seguir involucrado en el mundo del fútbol y de hecho va a comenzar a prepararse para ello. Quizá así este deporte en un futuro le dé una oportunidad que en el presente le ha quitado.

Foto: A Bola