Nueva jornada para el conjunto filial del Real Valladolid que visita el Multiusos de San Lázaro, campo en el que juega el SD Compostela, histórico del fútbol nacional. Ambos equipos  se encuentran inmersos en la pelea por eludir el descenso a Tercera División. Los pucelanos parecen estar en una situación mejor que los gallegos, que se encuentran en penúltima posición de la clasificación.

El partido entre los dos equipos está lleno de necesidades. La SD Compostela consiguió la jornada pasada un meritorio empate ante el Somozas, por su parte el Promesas cosechó un empate a uno ante el Lealtad. Cierto es que los de Borja Jiménez merecieron algo más que el punto, ya que fueron superiores a su rival en muchos tramos del encuentro, pero la eficacia del conjunto asturiano les sirvió para conseguir un gol asegurarse como mínimo el empate.

Posición engañosa

A pesar de que el Compostela sea el penúltimo clasificado, esta posición es un tanto engañosa, pues la tabla por abajo está muy apretada y apenas unos pocos puntos separan a los gallegos de los puestos que marcan la salvación.

Además, el Compos afronta este partido en racha, cuatro jornadas consecutivas invicto, que están permitiendo alzar el vuelo al equipo partido tras partido. Los Pichleleiros están convirtiendo el Multiusos San Lázaro en un auténtico fortín, un escenario en el todos los equipos que lo visitan tienen bastante complicado conseguir sacar algo positivo. Los gallegos cosechar un empate a cero en el campo del Somozas, pero ganaron con solvencia sus dos enfrentamientos anteriores ante el Izarra, por dos tantos a nada, y ante el Pontevedra por tres goles a cero.

Reencuentro con la victoria

Duro compromiso el que le espera al conjunto dirigido por Borja Jiménez que necesitan volver a la senda de la victoria. Las jóvenes promesas del fútbol vallisoletano llevan dos jornadas consecutivas sin conocer la derrota, bien es cierto que de esos dos encuentros tan solo ha perdido uno ante el Tudelano, de manera muy ajustada.

Pucelanos y asturianos no pasaron del empate

Ante el Lealtad, en los Anexos al José Zorrilla, el Real Valladolid B mereció la victoria, pero como en el fútbol gana el que más goles mete, pucelanos y asturianos no pasaron del empate. El filial blanquivioleta  dominó y no supo rematar. Por su parte, los jugadores del Lealtad supieron aprovechar uno de sus pocos acercamientos a la meta defendida por Julio Iricibar para adelantarse en el marcador.

A raíz del tanto, los pupilos de Borja Jiménez se pusieron manos a la obras para conseguir el empate, que al menos haría justicia a lo visto sobre el césped artificial de los Anexos. Con la diana de la igualada, obra de Caye Quintana, el Promesas obtuvo una fuerte dosis de moral y consiguió encerrar al Lealtad en su campo. Muy cerca estuvo el tanto de la remontada para el cuadro local, que lo buscó con ahínco hasta el pitido final.

Tan cerca estuvo la machada que Caye conseguiría volver a hacer gol, pero cuando todos estaban celebrándolo, el colegido decidió anularlo porque el jugador se encontraba en fuera de juego, supuestamente. Casi imposible  de saber si el árbitro llevaba razón o no pues las únicas imágenes que existen son las del propio equipo. De todas maneras, de estar el jugador en posición antirreglamentaria, sería por pocos centímetros. El propio Borja Jiménez no se atrevió a decir si el gol estaba bien anulado o no.

Sensaciones encontradas

El Real Valladolid ya ha cambiado ese chip de equipo que no era capaz de ganar partidos y que estaba abocado a ocupar los últimos puestos de la clasificación, pero una vez ha encontrado su juego y ha conseguido enlazar una buena racha de encuentros consecutivos sin perder, ya solo le queda mirar hacia arriba. Es evidente que la escuadra pucelana no podrá aspirar ni mucho menos a copar un puesto de la promoción a Segunda División, pero deben fijarse como objetivo amicioso quedar de mitad de tabla para arriba.

El Promesas quiere hacer todo lo posible para eludir el descenso

De quedarse coqueteando con los puestos de peligro a final de temporada, Borja Jiménez y sus pupilos pueden encontrarse con la sorpresa desagradable de tener que despedirse de la Segunda Divisón B, o bien, luchar por no bajar a una fase de descenso a cara de perro ante otro equipo que su única misión es la de mantener la categoría a toda costa.

Si el Real Valladolid B no quiere encontrarse en esta difícil tesitura, deberá seguir realizando el buen juego de las últimas jornadas y afrontar cada partido como si fuera el último. Esa puede ser un método de ver a estos jóvenes futbolistas, que luchan por hacerse notar y llegar al primer equipo, dejarse la piel los noventa minutos del encuentro.