El Pucela sigue empeñado en hacer sufrir a sus aficionados. Los pupilos dirigidos por Alberto López, que aún no ha podido saborear las mieles del triunfo como técnico albivioleta, han caído en Mendizorroza por 2-1 y acumulan la friolera de siete jornadas consecutivas sin sumar de tres en tres en la Liga Adelante. La última victoria de los castellanos en la categoría de plata del deporte rey a nivel nacional data del pasado 19 de marzo, momento en el que el club presidido por Carlos Suárez se impuso en el Nuevo José Zorrilla al Llagostera por tres dianas a cero.

No cabe duda de que la tesitura que se está viviendo a día de hoy a orillas del Pisuerga no es precisamente cómoda, puesto que el equipo blanquivioleta se había propuesto al principio del curso el objetivo de pelear por regresar al Olimpo del balompié en España. La derrota de este domingo en tierras vitorianas contra el Deportivo Alavés deja aún más tocado si cabe al Real Valladolid, un plantel que va completamente a la deriva y que ha perdido el rumbo en las tormentosas aguas de la Segunda División nacional. Nadie dijo que fuera fácil, pero la decepción y el pesimismo se han instaurado en demasía en la ciudad que vio nacer a Miguel Delibes.

Los pucelanos deberán revertir la compleja situación en la que se han adentrado en las últimas semanas, especialmente para encarar con la concentración que se merece el tramo decisivo del campeonato doméstico. Cinco son las citas que quedan por disputarse, cinco auténticas finales en las que el cuadro vallisoletano tendrá que demostrar el talento que se le presupone para evitar la hecatombe de irse al pozo de Segunda B. El descenso supondría un verdadero revés en el ámbito deportivo, además de en el aspecto anímico, lo que provocaría a buen seguro la marcha de varios de los puntales de un conjunto que está firmando una temporada decepcionante. ¿Será capaz Alberto de cambiar la tesitura y mantener a los suyos en la Liga Adelante?