Otro golpe para los pucelanos, que parecían haber levantado la cabeza pero que la vuelven a hundir tras una derrota en casa en un partido que era vital para sus aspiraciones en la temporada. Bruno y Barreiro marcaron para el Nástic y Villar empató de penalti al comienzo de la segunda parte. Tres puntos clave para los catalanes que pueden respirar un poco más tranquilos esta jornada en la que suman 36 puntos. El Real Valladolid sigue con los 42 con los que empezó el partido y sin saber en qué posición acabará la jornada.  

El Valladolid volvía a casa después de recuperar la sonrisa en Alcorcón. Le recibía una parroquia pucelana nuevamente ilusionada con su equipo tras verse un poco más arriba en la clasificación y después de ver a su equipo anteponerse y sacar un poco de orgullo en su último partido. En frente, un Nástic de Tarragona que venía de cortar una muy buena racha frente al Elche en casa y que buscaba robar algún que otro punto de tierras castellanas. Paco Herrera volvía a repetir el 5-3-2 con Ángel en la izquierda y con Míchel finalmente como titular. Juan Merino optó por una defensa de tres hombres y un doble pivote formado por Tejera y Madinda.

La importancia de aprovechar tus ocasiones

El partido comenzó con dos equipos enchufados y concentrados en el que el juego fue continuamente trabado por faltas en el centro del campo que impedían que el juego fluyera por bandas. Aun así, ambos equipos buscaban el gol con ganas y con oportunidades claras como la que tuvo Juan Villar a los diez minutos de partido en la que la defensa sacó bajó los palos la primera del delantero blanquivioleta donde a punto estuvo de adelantar a su equipo.

Lejos de acomodarse, los locales se hicieron con el dominio de la pelota y de las ocasiones. José Arnaiz volvió a poner el “uy” en la grada con un disparo ajustado que atrapó Manolo Reina y Jordan la tuvo otra vez con un disparo que fue rechazado por la zaga catalana. El Real Valladolid seguía intentándolo pero se topaba con el buen trabajo defensivo del Nástic.

Sin embargo, cerca del minuto 40 de partido, Bruno con un duro disparo en una ocasión aislada batió a Becerra y adelantó a los visitantes al filo del descanso. Duro golpe para los de casa que veían como tras varias oportunidades falladas, era el rival el que se adelantaba en el marcador. Antes de enfilar el túnel de vestuarios, los blanquivioletas tuvieron dos ocasiones más en las que volvieron a mostrar falta de puntería.

La falta de puntería fue clave

Los segundos 45 minutos comenzaron con varios cambios tácticos por parte de ambos equipos. Los dos entrenadores introdujeron hombres de refresco al campo con la intención de mejorar su juego y su marcador. Y así fue como lo consiguió Paco Herrera. Tras una jugada dentro del área, Juan Villar cayó derribado por Xavi Molina y el árbitro decretó la pena máxima. El propio delantero andaluz se encargó de lanzarlo y convertirlo para empatar el partido dando comienzo así a un partido totalmente distinto.  

Ya con el empate en el marcador, el partido tomó otro rumbo. El Valladolid sabedor de la importancia de los tres puntos siguió luchando por el gol de la victoria llegando con peligro a la portería de Manolo Reina. El Nástic por su parte, esperaba su ocasión para salir a la contra y pillar en un descuido a la zaga blanquivioleta. Así las cosas, el partido entró en una dinámica lenta provocada por el cansancio físico de ambos equipos.

De Tomás entró en el campo sustituyendo a Rafa en una clara decisión de ataque a por los tres puntos pero un minuto después llegó otro mazazo para el Pucela. Manu Barreiro remataba dentro de la portería un centro desde el lado izquierdo volviendo a adelantar a los visitantes. Un duro revés para los de Paco Herrera que veían escapar una oportunidad de oro para recortar puntos a los de arriba. Los de casa buscaron hasta el final un empate que no llegó y el partido terminó con la victoria del Nástic.

Se acaban las balas

Hoy era un día idóneo para que el Pucela recortará puntos a los de arriba ya que estos se enfrentaban entre ellos durante la presente jornada. Pero de nuevo se les vuelve a escapar una oportunidad de oro y vuelven a mostrar su cara más irregular dejando escapar los tres puntos de Zorrilla. Un partido en el que la falta de puntería  por parte de los de casa y el acierto de los catalanes ha decantado la balanza para el lado de los últimos con el que han conseguido sacar un botín de valor incalculable de Valladolid.

Con los rivales aun por jugar, el equipo blanquivioleta espera que los resultados le acompañen y no sea tan grande la pérdida. Sabedores de que las balas se acaban y la temporada llega a su recta final el fallo de hoy señala a la plantilla y cuerpo técnico y deja ver la irregularidad mostrada en anteriores tramos del campeonato.

La próxima jornada visitará Zaragoza, un campo que no se les da mal pero ante un rival también histórico y que cuenta con jugadores de calidad en todas sus filas.