El Real Valladolid gana pero se queda sin jugar la promoción ya que suma los mismos puntos que el Huesca que hizo los deberes en Valencia. Final triste para los de Paco Herrera que ven escapar la posibilidad de subir a primera y que deberán luchar un año más en la categoría de plata.

Último partido en Zorrilla en el que el Pucela se jugaba toda la temporada en 90 minutos. Durante toda la semana en el seno del conjunto castellano se han llevado a cabo movimientos de apoyo y ánimo hacia un equipo que llegaba a este partido con serias opciones de ser el último equipo que se colara en la promoción de ascenso.

Ante las sanciones de Jordán y Alex López, Paco Herrera decidió mantener el once de las últimas jornadas con la única novedad en el centro del campo de Sergio Marcos. De Tomás, Arnáiz y Espinoza se postulaban para ser protagonistas en el partido más importante de la temporada. Por su parte, Álvaro Cervera ponía en juego un once un tanto peculiar en el que estaban presentes jugadores no habituales como Jesús Fernández, Imaz o Gorka Santamaría.

Dominio sin goles

El Pucela comenzó a la altura de la importancia del partido, poniendo intensidad en cada balón dividido y llegando por bandas gracias al desborde y los centros de Arnáiz y Espinoza. El equipo gaditano esperaba atrás ante el buen arranque local. El primer disparo a puerta llegó en el 10’ gracias a un cabezazo de Alex Pérez que atrapó sin problemas el portero del Cádiz.

El Valladolid seguía empujando consciente de que la victoria era la única llave para la promoción y buscaban una y otra vez los fallos en defensa de los andaluces para intentar batir a Jesús Fernández que se mostraba infranqueable bajo los palos. Buenas jugadas verticales del equipo de Paco Herrera con pases entrelineas que morían en saques de esquina o en las manos del portero del Cádiz.

La primera parte moría con una posesión claramente blanquivioleta y un dominio del juego claro de los locales que sumaban más tiros a puerta a sus estadísticas que fácilmente resolvía el guardameta gaditano. Cumplida la hora, los jugadores poblaron los vestuarios dispuestos a jugarse la vida en los últimos cuarenta y cinco minutos de la temporada regular.

Jamás un gol supo tan amargo

La segunda parte comenzó como lo hizo la primera con Valladolid lanzado que pronto volvió a probar al portero y este volvió a responder correctamente a un cabezazo de Arnáiz. Los locales seguían empujando, llegando constantemente al área rival hasta que De Tomás cayó dentro de la misma y el árbitro decreto penalti. Pero el portero, que estaba siendo el mejor de su equipo, volvió a demostrar que tenía el día deteniendo el penalti y conservando su portería a cero.

Con el penalti fallado el equipo se vino abajo y dejó más espacios a un Cádiz que poco a poco se acercaba a la portería de Becerra sin mucho peligro de gol. Herrera introdujo cambios con el objetivo de dar frescura a su equipo con hombres como Juan Villar o Drazic pero la defensa cadista repelía los golpes sin mucha dificultad.

Poco a poco el partido moría y los jugadores ponían toda la carne en el asador hasta que finalmente el premio del gol llegó gracias a un zapatazo de Juan Villar que por fin batió al portero visitante. El resultado no valía de nada ya que el Huesca iba ganando su partido frente al Levante a falta solo de cinco minutos para el final.

Se intentó hasta el final

El Valladolid se quedó a las puertas de una promoción que peleó hasta el final pero que no pudo ser. Gran partido de los de Paco Herrera que terminan la temporada en séptima posición con 63 puntos empatados con el Huesca que, con gol average a favor, consigue el billete para los primeros Play – off de toda su historia.

El Cádiz, por su parte, pierde el factor de campo de cara a su eliminatoria con el Tenerife y se queda en quinta posición con 64 puntos y un más que merecido acceso a los puestos que dan opción a luchar por conseguir el ascenso.

 

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