El Real Valladolid lleva toda la temporada marcando goles, pero, solo en unos pocos partidos, el conjunto blanquivioleta ha dejado la portería a cero. ¿El motivo? No se sabe. Lo único que se sabe es que si defiendes mucho, te puedes ir sin marcar o marcando un solo gol. Si no defiendes y vas al ataque, te puedes llevar muchos goles, pero puedes tener más ocasiones y marcar goles.

Es por lo que se ha caracterizado el Real Valladolid esta temporada. Toda la primera vuelta al ataque en el que ha visto que ha recibido muchos goles, pero también ha marcado muchos goles. Lo ha cambiado en esta segunda vuelta donde se ha dedicado a defender.

Por lo que VAVEL se pregunta:¿estilo conservador o arriesgado? ¿Ataque o defensa?

Estilo ofensivo (Rubén Sáez@RubensgES)

Pese a que a Luis César Sampedro no le gusta que se le clasifique en un estilo de juego, es bien sabido que el gallego apuesta por un fútbol combinativo en el que su equipo sea protagonista. Estas ideas le permitieron llegar a Valladolid bajo el halo de la mejor clasificación de la historia del Lugo.

El desarrollo de las ideas y sistemas de juego conllevan una serie de adaptaciones y sacrificio por parte de todos y los comienzos nunca son fáciles. Es cierto que en Pucela este método arriesgado ha dado una de cal y otra de arena. Ha conseguido llevar al Valladolid hasta la cima de los conjuntos más goleadores, pero también a ser el equipo más goleado. Victorias contundentes rebajadas por baños de agua fría.

Luis César Sampedro | Real Valladolid
Luis César Sampedro | Real Valladolid

Esta irregularidad, en muchos encuentros, no se debe al sistema sino a la concentración. La entrada en los partidos tiene que ser con la cabeza bien puesta, del uno al 90, y esto es lo que ha matado las esperanzas de Sampedro y del Valladolid durante el primer tramo de la temporada.

"El desarrollo de las ideas y sistemas de juego conllevan una serie de adaptaciones y sacrificio"

Pese a ello, apostar por un sistema ofensivo, cargado de goles, siempre es sinónimo de diversión, no solo para el hincha de un equipo sino para el aficionado al fútbol. La apuesta arriesgada otorga la posibilidad de ver a un artillero como Jaime Mata marcando goles hasta la saciedad. El cambio de método por el que apuesta Luis César Sampedro pasa por la incursión en el once de tres centrocampistas de un corte más defensivo, relegando al banquillo la figura de aquel jugador “especial” capaz de ver facetas del juego que otros no captan, el media punta.

La presencia de Borja Fernández, Luismi y Anuar aporta más sacrificio y consistencia defensiva, pero limita la influencia del equipo en campo contrario y el juego combinativo, por el que el Pucela lleva apostando en los últimos años.

Lanzamiento del penalti de Mata | LaLiga 1|2|3
Lanzamiento del penalti de Mata | LaLiga 1|2|3

Bien es cierto, que lo más importante es el equipo y todos son compañeros, pero esta nueva fórmula para buscar el éxito tiene unos sacrificados y ellos son los jugadores con mayor capacidad para el último pase, los más influyentes en la zona de tres cuartos: Michel Herrero y Toni Villa.

Toni Villa, tras destacar en la Segunda División B con la Cultural Leonesa, volvió a casa para hacerse un sitio en el Real Valladolid. Esta parecía ser “la temporada”. El murciano se estaba viendo favorecido por el sistema ofensivo de los blanquivioletas hasta tal punto que se había convertido en habitual en las alineaciones de Sampedro. Del mismo modo, Michel Herrero ha visto como su paso por el once inicial se ha ido desvaneciendo con el cambio de método y la presión de los resultados.

Esta nueva forma de llegar a la victoria también perjudica al, hasta ahora, máximo goleador de LaLiga 123, Jaime Mata. El ariete madrileño se encuentra solo abastecido por bandas sin tener cabida ese pase entre líneas que rompe la defensa.

Tras cinco encuentros desde el “cambio de método” el Pucela no ha sido capaz de mejorar los resultados obtenidos en las cinco primeras jornadas de la competición liguera.

Los primeros cruces de LaLiga 123 se saldaron con tres victorias -Sevilla Atlético (1-2), Tenerife (2-0) y Granada (2-1)-, un empate -Cultural Leonesa (4-4)- y una única derrota -Huesca (1-0)-.

Por su parte, desde que el 11 de enero Luis César Sampedro afirmara, en la rueda de prensa previa a la visita a la Ciudad Condal, que se iba a desarrollar un juego más conservador que permitiera mejorar los resultados y una mayor consistencia defensiva, el Real Valladolid ha cosechado los mismos frutos: tres victorias -FC Barcelona B (0-1), Sevilla Atlético (1-0) y Cultural Leonesa (3-2)-, un empate -Tenerife (0-0)- y una derrota -Granada (1-0)-.

Estilo defensivo (Fran Roman@franromanfraga)

Es algo evidente el hecho de que un equipo, como cualquier otro aspecto, se construye desde la base, una base que debe ser sólida, cimentada, sin apenas defectos. En un equipo, ya sea de fútbol, de baloncesto, de balonmano, etcétera, esa base es la defensa.

FC Barcelona B - Real Valladolid | Noelia Déniz
FC Barcelona B - Real Valladolid | Noelia Déniz

La defensa es el pilar, el inicio de todo, incluido el ataque; si una defensa falla, pocas opciones tendrá ese equipo; si una defensa se mantiene certera, confía en sus posibilidades y no cede, se ganarán partidos. El ataque es importante, sí, pero hoy en día es casi imposible ganar gracias a la filosofía del “marcar más que el rival, independientemente de los goles que haga el contrario”.

"El juego conservador no supone ganar por la mínima"

Por ello, porque la defensa del Real Valladolid está dejando mucho que desear, es importante plantear un juego más conservador, donde el juego y la mejora defensiva supongan el inicio del ataque, un ataque que funciona, casi siempre, a las mil maravillas en este conjunto. A través de un control máximo de la posesión, iniciado por la parcela defensiva, el Valladolid logrará ceder menos espacios al rival y, con ello, reducir considerablemente el número de goles encajados.

En muchas ocasiones se critica el hecho de que el estilo conservador es aburrido, tosco, y sin mucha mayor finalidad que el empate. Sin embargo, ese no tiene porque ser el caso del Pucela, un equipo con una capacidad ofensiva casi insuperable en la Segunda División, una Segunda División que no exige a sus integrantes la obligación de practicar un fútbol dinámico, bonito. En la categoría de plata, la finalidad principal es ganar, ganar como sea, y obtener el siempre codiciado ascenso.

Una buena muestra de este ejemplo es, sin ir más lejos, todo un coloso como el Atlético de Madrid; el Atleti, siempre acusado de realizar el famoso “antifútbol”, ha conseguido numerosos títulos con ese estilo precavido, de mantener el contacto con la pelota, incluida LaLiga, la competición que premia la regularidad, y el trabajo diario.

Masip atrapando el balón | LaLiga 1|2|3
Masip atrapando el balón | LaLiga 1|2|3

Un juego conservador no tiene porque suponer siempre un 1-0, o un 0-0, y más con las variantes ofensivas que maneja el combinado blanquivioleta: Jaime Mata, Óscar Plano, Pablo Hervías, Gianniotas, etcétera; sumados a ellos, jugadores del centro del campo, como Toni Villa, o incluso un Borja que en más de una ocasión se anima a subir al ataque, pueden aportar muchas alternativas a un equipo, en ocasiones, sin ideas.

Tratar de dominar el partido desde el pitido inicial es algo que no ha conseguido el Real Valladolid. Es esencial, en primer lugar, una toma de contacto con el rival, un breve pero eficaz examen; este equipo, por su parte, ha intentado hacer gol por todos los medios desde el minuto uno, un hecho que en muchas ocasiones ha costado disgustos, haciendo referencia, ahora, a los famosos, y fatídicos, “primeros diez minutos”.

Por ello, y pese a que se pueda disfrutar más de un juego directo, ofensivo y menos precavido, parece que lo favorable sería un modelo más básico, conservador, un juego, se podría decir, “a asegurar”.