Hace seis días, José Manuel Fernández fue el primero en dar la cara tras la goleada recibida por el Girona (0-3). Menos de una semana después, las cosas han cambiado de manera radical. Pero ante todo, el jugador que anotó el cuarto gol el pasado domingo, quiso mostrarse prudente: “No hay que volverse locos, quedan 90 minutos en su estadio y tenemos que salir con la misma humildad con la que salimos el pasado domingo frente al Girona”.

Como no podía ser de otra manera, Fernández se mostró muy orgulloso de haber vivido esa tarde-noche mágica en La Romareda. “Me enorgullezco de vivir todo esto, en pocos sitios y pocas veces se ve. Es algo muy grande, además de que te da un plus de motivación para jugar contra cualquier equipo y poder ganarle”, explicó.

"Esta afición ha estado a la altura durante todo el año" También quiso destacar que el playoff de ascenso es “otro mundo”. “Da igual los puntos que nos saquen en la fase regular y lo mejor que jueguen al fútbol que nosotros; nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer y ahora solo nos quedan 90 minutos para saber si estamos en Primera”, comentó.

El blanquillo acabó halagando al club, su afición y todo lo que ha apostado por el conjunto aragonés. “La afición ha estado a la altura durante todo el año; ahora somos nosotros lo que tenemos que devolvérselo y ojalá consigamos hacerles felices”,  sentenció. Para acabar, habló de esa “espinita” personal que se quiere quitar de encima: “Yo siento que tengo una espinita clavada; llegué a Zaragoza en Primera y si algún día tengo que dejar este equipo, que sea también en Primera”.