2015 termina y llega el momento de hacer balance. Un año lleno de complicaciones, pero también de enseñanzas. Un año en el que los aficionados blanquillos han visto caer al león, pero también levantarse con más fuerza. Un año de esfuerzo, pero con poca recompensa. Un año para recordar y mejorar los errores cometidos y, a la vez, un año para olvidar.

Un camino lleno de obstáculos

El Real Zaragoza no pudo entrar con peor pie en el año nuevo. Dos derrotas consecutivas, una en casa y otra fuera. Primero, el Valladolid quien se llevó los tres puntos en un polémico partido por 0-2. Y, posteriormente, Las Palmas que goleó al conjunto aragonés por 5-3. El nuevo año no traía buenas noticias, pero la reacción no se hizo esperar.

Foto: Andrea Royo, VAVEL
Foto: Andrea Royo, VAVEL

El partido ante el Leganés se presentaba como clave para continuar sumando y no desengancharse para conseguir el objetivo. Y se logró. Tras imponerse al Leganés por 2-0 en La Romareda, el equipo conseguiría encadenar cuatro partidos más sumando (tres victorias y un empate) ante el Recreativo, Osasuna, Barça B y Sabadell. Aunque el partido ante Osasuna tuvo que aplazarse debido al temporal de nieve que azotó a Navarra. Aficionados desplazados y equipo en Navarra tuvieron que volverse sin disputar el partido debido a que no estaba el campo en condiciones para disputarse. Una vez aplazado, el equipo volvió a Navarra con la única intención de lograr los tres puntos y así fue. Con un solitario tanto de Galarreta, el Real Zaragoza consiguió ganar 12 años después a Osasuna en El Sadar.

Pero, sin duda, la salida más dolorosa sería ante el Alavés quien conseguiría sacar los colores al conjunto dirigido por Popovic. Una goleada por 4-0 que devolvió a los blanquillos a la tierra y que arrastraron durante cuatro jornadas donde no consiguieron sumar los tres puntos íntegros. Llagostera y Lugo se saldarían con empate, pero ante el Mallorca se volvería a caer en un partido polémico en el que Popovic terminó expulsado debido a un supuesto puñetazo en la zona genital al delegado del Mallorca.

Un inicio de año muy irregular que acompañaría al equipo hasta el final de temporada. Aunque los meses siguientes de marzo y abril, tampoco traerían tranquilidad al equipo ya que solo consiguieron dos victorias (Racing y Numancia). Empates ante el Alcorcón, Tenerife y Sporting y una clamorosa derrota ante el Betis en el Benito Villamarín por 4-0. 

Sangre, sudor y lágrimas

El mes de mayo se presentaba clave para conseguir entrar en playoff de ascenso. El Real Zaragoza no se podía permitir más tropiezos y equipos como la Ponferradina pisaban los talones para conseguir un puesto.

En esta recta final en el que tan solo quedaban siete jornadas, el conjunto blanquillo cosecharía tres empates (Ponferradina, Girona y Leganés), dos victorias (Albacete y Valladolid) y dos derrotas (Mirandés y Las Palmas). Ese último partido ante el Leganés, se vivió con mucha tensión por parte de toda la afición zaragocista. Gran parte de ella viajó a Butarque para animar a su equipo y vio un partido tenso y rápido que pudo costar caro a los blanquillos si los atacantes del Leganés hubieran tenido más acierto. La Ponferradina solo consiguió empatar ante el Alcorcón y finalmente fue el Real Zaragoza quien consiguió la tan ansiada última plaza para el playoff.

Foto: Andrea Royo, VAVEL.
Foto: Andrea Royo, VAVEL.

Un playoff de ascenso que pondría como primer rival al Girona. Los catalanes se enfrentaron a los aragoneses primero en La Romareda donde consiguieron llevarse el resultado por 0-3 en un partido de muchos errores. Un palo durísimo para el equipo blanquillo que se veía prácticamente fuera a falta de jugar la vuelta y esperar un milagro. Pero la pesadilla se convirtió en sueño y, contra todo pronóstico, consiguieron darle la vuelta a la eliminatoria. Dos tantos de Willian José, uno de Cabrera y otro de Fernández harían soñar al zaragocismo. Aday recortaría distancias en el marcador, pero los aragoneses conseguirían aguantar el marcador y conseguir el ansiado pase a la final.

En la final, se verían las caras con la UD Las Palmas. Un rival que le dio muchos problemas durante toda la temporada, ya que ni en la ida ni en la vuelta conseguirían ganar. En playoff se esperaba ver algo diferente, ya que el Real Zaragoza se jugaba mucho. El primer asalto se viviría en La Romareda. Una ocasión en la que el feudo aragonés se vistió de gala y colgó el cartel de “no hay billetes”. Un partido que empezaría cuesta arriba con un tanto de Viera, pero los aragoneses conseguirían remontar con goles de Rico, Pedro y Willian José. Una ventaja dudosa que permitía soñar, pero con el partido de vuelta muy presente.

Un partido de vuelta que hizo que todas las ilusiones se rompieran a falta de seis minutos para el final. 84 minutos de sufrimiento con el marcador en contra (1-0) y Araujo se pondría la capa de héroe para conseguir el ascenso para la UD Las Palmas. Un durísimo golpe que devolvía a los maños a la cruda realidad. Vuelta a casa y, una temporada más, volver a jugar en la Liga Adelante.

La puesta a punto

Finalizada la temporada con un sabor amargo, el Real Zaragoza se fue de vacaciones. Pero esta vez, sí habría una pretemporada con la que el equipo ponerse a punto de cara a la nueva campaña liguera.

El 14 de julio comenzaría la preparación y pondrían rumbo a Boltaña. Desde ese momento, el equipo fue acumulando entrenamientos y partidos que les hicieran coger ritmo de competición. El primer partido de pretemporada fue ante su filial, el Deportivo Aragón, en un partido de entrenamiento que finalizó con victoria del primer equipo por 4-0.

Foto: Belén Sancho, VAVEL.
Foto: Belén Sancho, VAVEL.

Cuatro victorias, tres empates y una derrota en pretemporada. Unos resultados que no tenían valor de competición, pero sí de cara a empezar con buen pie la temporada. La única derrota fue ante el Cagliari en tierras italianas, un partido que salió muy caro a los aragoneses ya que Mario Abrante y Manu Herrera terminaron lesionados el partido. Ambos con una lesión que les tendría apartados muchas semanas de los terrenos de juego.

La cita más importante en pretemporada siempre es el Trofeo Carlos Lapetra, partido en el que el equipo se presenta por primera vez ante la afición antes de que empiece la competición. Este año el rival a batir era la Real Sociedad, la cual cayó derrotada por 3-0 con goles de Rico, Pedro Sánchez y Ángel. El equipo blanquillo dio una buena sensación y todo estaba listo para el estreno en la primera jornada ante el Mirandés.

Unos llegan, otros se van

Con el objetivo sin cumplir, algunos jugadores que tenían la opción de quedarse en caso de ascenso tuvieron que abandonar la entidad. Todas las temporadas, el zaragocista está acostumbrado a ver salir y llegar a muchos nuevos jugadores. Esta vez no iba a ser diferente. Trece salidas y catorce llegadas, lo que suponía un equipo totalmente nuevo.

Entradas Salidas
Bono Adán (cedido al CD Ebro)
Manu Herrera Whalley (cedido a la SD Huesca)
Abraham Javi Álamo (cedido al Girona)
Isaac Carcelén Tato
Marc Bertrán Eldin
Wilk Porcar
Aria Jasuru Galarreta
Jorge Díaz Natxo insa
Hinestroza Basha
Erik Morán Borja Bastón
Diamanka Willian José
Jaime Romero José Manuel Fernández
Ángel Rodríguez Lolo
Alfredo Ortuño  

A pesar de las incorporaciones, el equipo aragonés está volviendo a tener la misma mala suerte de cara a las lesiones. Jaime Romero y Wilk se lesionaron de gravedad y se pierden lo que resta de temporada. Dos bajas importantísimas que se suman a otras más leves pero que afectan continuamente a distintos miembros de la plantilla: Hinestroza, Diamanka, Rubén González, Mario... Muchos son los que ya han pasado en estos pocos meses de competición por enfermería en más de una ocasión. 

El Real Zaragoza es uno de los equipos menos goleados, pero también de los menos goleadores. Este último hecho es algo que deben mejorar ya que un equipo que no mete goles es imposible que pueda conseguir un ascenso. Por ello, muchos son los que piden un delantero en el mercado invernal o contar con Buenacasa para el primer equipo. 

Inicio irregular

Con la presión de, una temporada más, conseguir por fin el ansiado ascenso, el Real Zaragoza empezaba su andadura en esta nueva campaña empatando fuera ante el Mirandés. Una temporada más, el equipo aragonés sería incapaz de empezar ganando, pero en el estreno en casa no falló. Una victoria ante el Almería en el minuto 90 para conseguir tres puntos de oro. 

Pero el camino no sería fácil y sufrió una caída en picado. A pesar de un inicio positivo, en septiembre el equipo no conseguiría ganar ningún partido de los cuatro en juego (dos empates y dos derrotas). Unos números pobres que mejoraron el mes posterior gracias a tres victorias consecutivas (Alavés, Albate y Tenerife) y un empate (Girona). 

Unos primeros meses de irregularidad, en los que todavía no hay tranquilidad ni con los resultados ni con el juego demostrado. 

Popovic se tambalea

La llegada de diciembre no solo traería frío, también más críticas hacia el técnico serbio quien se jugaba el puesto en cada partido. Ante el Bilbao Athletic se conseguiría una victoria por la mínima, pero que no convencía a sus aficionados ya que el filial rojiblanco había sido quien había llevado la batuta todo el encuentro.

A pesar de la victoria fuera de casa, los ánimos seguían muy caldeados en la ciudad del cierzo y el partido ante el Numancia se presentaba como vital para el devenir ya no solo del técnico, sino también del propio equipo. Un partido que quedó en tablas después de que el conjunto aragonés se llegara a poner 2-0 por delante en el marcador. 

Después del empate in extremis del Numancia, el equipo blanquillo debía ir con otra mentalidad a jugar a Tarragona, un desplazamiento en el que  no estarían solos, ya que miles de aficionados se darían cita en el Nou Estadi para animarles. El Real Zaragoza terminó cayendo 3-1 en un partido para olvidar que supuso el fin del técnico serbio en el banquillo zaragocista. 

Año nuevo, banquillo nuevo

Tras la salida de Popovic y Martín González del Real Zaragoza, el club aragonés tenía la obligación de buscar sustitutos. Narciso Juliá era nombrado el sucesor de Martín González como director deportivo, pero la elección del entrenador tardaría en llegar.

Foto: Real Zaragoza.
Foto: Real Zaragoza.

Con las vacaciones navideñas de por medio, el nuevo director deportivo tenía la tarea de encontrar un nuevo entrenador capaz de llevar las riendas del vestuario y lograr el objetivo del ascenso a Primera División. Durante dicha semana aparecieron muchos nombres para sustituir a Popovic: Fernando Vázquez, Juan Ignacio Martínez, Joaquín Caparros… Pero finalmente, el club aragonés ha apostado por Lluis Carreras.  Este fue presentado el pasado 28 de diciembre, el mismo día que el equipo volvía a los entrenamientos para preparar el partido ante la SD Huesca.

Carreras ha pasado por varios equipos, siendo el Sabadell su estancia más recordada. El técnico durante su presentación se mostró muy agradecido por su llegada a la entidad. "El ascenso es el único objetivo, pero la Segunda División está muy igualada y el devenir de las jornadas marcará donde va a estar el Real Zaragoza", reconoció Carreras. 

Con el objetivo claro, es hora de que el equipo blanquillo despunte y empiece a tener una regularidad que le permita tener un final feliz de temporada.