Con la idea de remendar el fracaso de la pasada jornada en La Romareda, el Real Zaragoza se presentaba de rojo esperanza en Elche. Rico volvía al centro de la defensa debido a la sanción de Cabrera, Abraham ocupaba el  lateral izquierdo y en la otra banda era Isaac Carcelén el que suplía la baja de Campins. Esas eran las forzosas novedades del equipo de Carreras en defensa, que verían como se les escapaban otra vez tres puntos vitales por errores puntuales.

Sin ideas, pero vivos

Era previsible el comienzo del partido, los dos equipos aguantando e intentando tener el balón para evitar los primeros sustos. Sin embargo, fue el Zaragoza el que avisó primero. El guardameta ilicitano atrapó en dos tiempos un buen remate de Ángel en el primer minuto de partido, que estuvo cerca de poner tierra de por medio. Poco tardaron los aragoneses en hacer la segunda ocasión, y esta si fue para dentro. Corría el minuto 10 cuando Lanzarote forzó el primer córner del partido. Él mismo fue el encargado de sacarlo y poner el balón medido a la cabeza de Guitián para que el defensor anotara el primero de la tarde. Muy bien se le ponían al conjunto visitante, que hasta el momento había sido dueño y señor del encuentro.

El partido se estaba durmiendo en favor de los intereses zaragocistas, cuando Sergio León se encargó de despertarlo. Manu Herrera se empleó bien en el disparo de Mandi, pero el rechace cayó en las botas de Álvaro, que sirvió en bandeja al delantero local para que pusiera las tablas en el marcador. Empate y a seguir, poco más que destacar de la primera media hora de partido. El conjunto de Baraja empezaba a animar su ataque por medio de balones largos a su goleador buscando la espalda de la defensa. El Zaragoza había perdido la posesión del balón y a su vez, el control del partido por completo.

Manu Herrera y Jiménez ganaban poco a poco protagonismo despejando las tímidas intentonas de unos y otros por marcar el segundo. Nadie se conformaba, pero el empeño no se traducía en ocasiones claras de gol. La batalla se libraba en el centro del campo y nadie la ganaba. Hubo oportunidades para ambos equipos, aunque Ángel fue el que más clara la tuvo. El canario se quedó solo ante el portero y erró en el disparo, llevando así el empate a uno en el luminoso al descanso.

Errores que matan

La segunda mitad comenzó como una calcomanía de la primera. Pedro seguía siendo el principal baluarte en ataque de los aragoneses, pero con poca fortuna en los últimos metros. El Elche continuaba con su particular estrategia y aprovechaba la velocidad de Álex Moreno en banda izquierda para salir a la contra. No obstante, en una jugada aislada llegaría la alegría al Martínez Valero. Diego Rico perdió un balón en el área del Zaragoza, que obligó a Manu Herrera a salir y hacer penalti  sobre Sergio León. El delantero transformó la pena máxima poniendo por delante a los de Baraja. La reacción de Carreras ante el varapalo fue la de sustituir a Culio por Hinestroza. Más madera ofensiva para intentar algo en cuesta arriba.

Las prisas se sinceraban entre los futbolistas visitantes, que veía como se les escapaba un partido en el que habían logrado lo más difícil. El palo derecho de Jiménez se encargó de rechazar la falta botada por Pedro desde el costado izquierdo. Sergio Gil sería el segundo cambio del Zaragoza, en sustitución de un ya cansado Isaac Carcelén. Recuperar la posesión de la pelota era el objetivo del entrenador zaragocista, mero espectador de un partido en el que el Elche estaba cerca de hacer el tercero.

Javi Ros también pudo devolver el empate al marcador tras un rechace en el borde del área, pero de nuevo, el balón salió desviado cuando todo estaba a su favor. El Zaragoza continuaba sumando efectivos en ataque. Ahora era Doungou el que saltaba al césped. Las contras del Elche se sucedían y Álex Moreno volvía ser el dueño de la ocasión para matar el partido, bien repelida por el portero del conjunto maño. Manu Herrera no cesaba en sus intervenciones y Espinosa le volvía a poner a prueba. Quedaba poco menos de un minuto para el descuento y el Zaragoza, sin ideas, era presa de un Elche con más criterio y fortuna.

El partido murió en el área local, pero el que estaba muerto desde hacía rato era el Zaragoza sin eficacia en los últimos metros. Medié Jiménez pitó el final hundiendo la moral zaragocista, cuyo equipo ha perdido su segundo partido consecutivo. Por su parte, el Elche supera en la clasificación al Zaragoza y pone la mira en cotas más altas. Los blanquillos continúan con su mala racha de juego y ahora, también de resultados.

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Jesús López
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