Primera derrota del Real Zaragoza de Luis Milla en partido oficial. En juego no había tres puntos, sino pasar a la siguiente ronda en la Copa del Rey. Pero una mala primera parte del equipo a nivel general, con varios fallos y falta de concentración, puso la clasificación muy difícil, perdiendo al descanso por 0-2. En la segunda parte las tornas cambiaron y el equipo local mostró una imagen más seria y competitiva, reduciendo la distancia por medio de Popa, pero no logró el empate que hubiera forzado la prórroga.  

"Hemos entrado al partido con demasiado nerviosismo y dando sensación de falta de confianza", reconocía el técnico turolense, que prefiere destacar la reacción del equipo en el segundo periodo: "Me quedo con la casta y el empeño de los jugadores en una situación difícil". Por ello y el empuje de la afición, a la que ha vuelto a alabar, ha lamentado no haber logrado el empate.

"La afición ha sido el jugador número 12"

Más allá de no haber logrado la clasificación a la siguiente ronda, este partido también ha servido para ver a los menos habituales o varios debuts con la elástica blanquilla (Ratón, Edu García, Pombo, Lasure y Bagnack como titulares y Zalaya saliendo desde el banquillo). Precisamente Bagnack ha sido el protagonista negativo del partido, al errar en los goles encajados (en el primero pierde el balón en el centro del campo y en el segundo se marca en propia).

"Cuando tienes una plantilla joven estas cosas pueden pasar. Bagnack se ha repuesto bien y después del error ha seguido insistiendo, jugando el balón, con personalidad,...", apuntaba Luis Milla, tratando de quitar hierro a su actuación. Mejor ha sido la participación de los otros seis jugadores, tres de ellos jugadores del filial. "Es importante que la gente haya visto a jugadores jóvenes que han estado bien y también para la cantera, que la gente vea que tiene cercanía con el primer equipo", destacaba el técnico.