Primer partido del Real Zaragoza en el que no consigue sumar los tres puntos en su estadio, después de empatar (1-1) contra el Córdoba. Los de Luis Milla no han cuajado una primera mitad, pero aun así lograron empatar el gol inicial de Rodri por medio de Leandro Cabrera a la salida de un córner. En la segunda parte, los blanquillos mejoraron y dispusieron de varias oportunidades para marcar, algo que no pasó.

El Córdoba domina, el Zaragoza resiste

Tras dos encuentros jugando fuera de su estadio, el Real Zaragoza volvía a La Romareda en una situación muy diferente en la tabla clasificatoria tras su último partido en Zaragoza. Al acabar esa jornada, los de Luis Milla se encontraban en lo más alto de la clasificación, empatados a puntos con el Levante. Pero el sumar un solo en los dos desplazamientos (0-0 contra el Nàstic y 2-1 contra el Numancia) ha supuesto descender de la segunda a la sexta posición, a cinco puntos del líder. Uno de los clubes que se aprovechó de esto fue el Córdoba, que con tres triunfos consecutivos se alzaba hacia la segunda posición.

Todavía invicto jugando como local, el cuadro aragonés se agarraba al ‘factor Romareda’ para reponerse de los dos últimos resultados y demostrar que esta temporada puede ser la del ascenso. Pero el partido no empezó de la mejor manera posible para el Real Zaragoza, superado por los de José Luis Oltra desde los primeros compases. Los andaluces saltaron al terreno de juego con las ideas muy claras y aunque sin demasiado peligro, no tardaron en merodear la portería de Irureta. El exzaragocista Rodri tuvo la primera ocasión para los suyos, pero no llegaba a rematar en el segundo palo.

La batalla por la posesión la había ganado el Córdoba, por lo que el Real Zaragoza tuvo que recurrir a los contraataques y a buscar la velocidad de Ángel contra la defensa. Así llegó el primer acercamiento local serio, pero el disparo del delantero desde el pico del área salía por encima del larguero. Poco a poco los blanquillos se fueron desperezando, pero sin demasiado éxito, echando en falta la calidad de los lesionados Cani y Xumetra o Lanzarote, desaparecido en el primer periodo.

Los laterales, dos de las posiciones más discutidas en las últimas semanas, no habían tenido muchos problemas hasta el momento. Pero al filo del minuto 21, Casado cometía un inocente y protestado penalti sobre Guille, que Rodri se encargaría de transformar para poner justicia por los méritos de uno y otro equipo. El partido se ponía de cara para el Córdoba, que cambiaba su plan: replegarse atrás y salir rápido a la contra, aprovechando las pérdidas de los jugadores blanquillos.

A pesar de que la imagen mostrada hasta el momento no era muy alentadora, los de Milla estaban obligados a reaccionar. Faltaba calidad para sobrepasar a un centro del campo y una defensa bien armados. Ante esto, hubo que recurrir a la estrategia y en un saque de esquina, Cabrera remataba a las redes un balón peinado de Casado en el primer palo. La igualada solo tardó siete minutos en llegar, pero al contrario de lo que se pudiera pensar, el partido volvió a los derroteros del primer tramo de la primera parte. El Córdoba retomó el control y los acercamientos eran cada vez más constantes. Mientras, el Real Zaragoza se encontraba desbordado sobre el terreno de juego, con un centro del campo roto y una defensa que no transmitía seguridad. Por ello, se respiró cierto alivio cuando el colegiado señaló el descanso.

Mejora el Zaragoza, pero no marca

Con el cambio de Fran Rodríguez por Isaac Carcelén en las filas blanquillas comenzó una segunda parte donde las imprecisiones en ambos bandos eran constantes. El balón no terminaba de fluir por el centro del campo del campo, optando más por el juego aéreo. Aun así, el Real Zaragoza parecía dispuesto a mostrar otra imagen a la de la primera parte. Bajo la batuta de Erik Morán los blanquillos intentaban acercarse a la meta de Kieszek con mayor o menor acierto, pero encerrando al Córdoba en su propio campo. Javi Muñoz, Manu Lanzarote y Ángel dispusieron de tres grandes ocasiones de gol, pero o el palo o el guardameta impedía el gol.

El acoso era constante, por lo que José Luis Oltra movió el banquillo con las entradas de Bergdich y Ramos, a lo que reaccionó rápidamente Milla con la de Edu García. A esas alturas la claridad mostrada por el Zaragoza en el inicio se había frenado, volviendo a adquirir el choque unos tintes más tácticos. Eso no impedía a los locales seguir buscando el gol de la victoria, sin fortuna en los metros finales.

El partido entraba en los minutos finales con un Córdoba más asentado, que no estaba dispuesto a abandonar la capital aragonesa sin al menos un punto. La precipitación y las prisas ya eran la tónica general, sin que ambos pudieran crear verdadero peligro. No hubo tiempo para más y con empate en el marcador concluyó el primer partido de la temporada en la que el Real Zaragoza no saca los tres puntos de La Romareda.