Entrenador nuevo, victoria segura. El tópico futbolístico se cumplió en esta ocasión con el debut de Raúl Agné como nuevo inquilino del banquillo zaragocista. En un partido que estuvo abierto hasta el pitido final, los goles de Javi Ros y Ángel fueron los artíficies de volver a hacer sonreir a La Romareda.

Buena imagen, corto resultado

Ya no había excusas. Tras seis partidos sin conocer la victoria y que habían costado la destitución de Luis Milla como técnico zaragocista, el cuadro blanquillo estaba obligado a volver a sumar de tres en tres. Para ello, Raúl Agné no se guardó nada y salió de inicio con una mentalidad ofensiva, con Ángel y Juan Muñoz como hombres más adelantados y Manu Lanzarote y Cani por las bandas.

Desde los primeros compases se vio a un Real Zaragoza más activo, queriendo buscar la portería rival cuando manejaba la posesión del esférico e intenso a la hora de presionar la salida del balón del Almería. De este último modo llegó la primera gran ocasión del partido, pero Ángel se encontraba en fuera de juego cuando recibió el balón para intentar batir a Casto. El público disfrutaba con esperanzadores primeros minutos de su equipo, pero la alegría llegaría a los 13 minutos, cuando Ros recogía un rechace al borde del área pequeña y alojaba el esférico en el interior de la red.

Este gol hacía justicia con lo visto hasta el momento. Ante esto, el Almería intentó dar un paso hacia delante para lograr el empate, aunque fue en vano. El cuadro de Fernando Soriano intentó llevar peligro por las bandas, pero tanto Fran como José Enrique se mostraban muy seguros. Tras ese frenetismo inicial, el centro del campo adquirió un mayor peso y al cuadro aragonés le costaba llegar más al área en juego combinativo, por lo que hizo del contraataque su arma para ampliar la ventaja en el marcador. De ese modo Lanzarote dispuso de una gran oportunidad, pero su intento de vaselina se marchó alto.

El partido entraba en el tramo final de la primera parte con un marcador excesivamente corto a favor de los locales, por lo que estos decidieron ir en busca de un segundo que otorgara tranquilidad para el segundo periodo a costa de un Almería desbordado en el centro del campo, muy inferior a la pareja formada por Zapater y Javi Ros. El acoso era continuo, pero la falta de claridad en el pase final y las buenas actuaciones de Casto evitaron que el resultado se moviera del 1-0.

Sufrimiento hasta el final

Sin cambios en ninguno de los dos equipos, la vuelta de los vestuarios empezó con un Almería decidido a buscar el empate. Aunque sin demasiado orden, el conjunto de Fernando Soriano dispuso de dos saques de esquina que quedaron en nada, pero servían para dejar claras las intenciones. Mientras, el Real Zaragoza había perdido el rigor táctico del primer periodo y sufría para frenar las ofensivas visitantes.

Soriano decidió dar más mordiente a su equipo en ataque e introdujo a Chuli en sustitución de Fidel. La Romareda intentaba reactivar a los suyos, pero era en vano. Los andaluces tenían asfixiados a los aragoneses, que a duras penas podían salir con el balón jugado desde atrás. Pero cuando lograban superar esa presión inicial, los pupilos de Raúl Agné disponían de espacio para salir rápidamente a la contra. En una de esas, el Almería cometía una falta a la altura del centro del campo que Manu Lanzarote colgaba al interior del área para que Ángel, sin oposición, pusiera el 2-0 en el marcador.

Aunque no hacía justicia con la segunda parte, este gol llegaba cuando peor lo estaba pasando el Real Zaragoza y parecía sentenciar el encuentro. Pero el Almería no bajaría los brazos y siguió buscando un gol que le metiera en el partido. Esa recompensa llegó a falta de 12 minutos, cuando el colegiado señalaba el punto de penalti tras una caída de Quique en el interior del área que el propio delantero se encargaría de transformar.

Los dos equipos se jugaban mucho en este tramo, dando lugar a continuas interrupciones y protestas por las decisiones arbitrales. Para intentar sujetar el partido, Raúl Agné apostó por las entradas de Jorge Pombo y Álex Barrera en lugar de Manu Lanzarote y Cani respectivamente. Sin embargo, no evitaron que se temiera por la victoria hasta el pitido final. Con estos tres puntos, el Real Zaragoza rompe con seis partidos sin ganar y coge aire en la clasificación.