Raúl Agné sigue sin conocer la derrota como entrenador del Real Zaragoza. Tras cumplir la sanción de dos partidos que tenía pendiente, el técnico aragonés pudo por fin sentarse en el banquillo para dirigir a sus jugadores, que terminaron imponiéndose al Mirandés por 2-0. El conjunto zaragocista, que no estuvo cómodo durante gran parte de la primera parte, aprovechó su efectividad para dejar el partido prácticamente sentenciado al descanso, gracias a los goles de Cabrera y Edu García. En la segunda parte, y ya con los visitantes obligados a buscar la portería de Ratón, los locales supieron controlar el choque sin demasiados problemas.

Uno de los jugadores que se ha afianzado en el once desde la llegada de Raúl Agné, ganando la partida a Erik Morán, es Javi Ros. "En la primera parte nos ha costado más, pero el equipo ha hecho muy buen trabajo y somos merecedores de la victoria", analizaba el centrocampista con respecto al primer periodo, en el que a pesar de esas dificultades se anotaron los dos únicos goles del encuentro.

Más diferentes fueron las cosas en el segundo periodo, con un Zaragoza mucho más vistoso y cómodo sobre el terreno de juego. "El entrenador nos dijo en el descanso que ellos iban a arriesgar más y que aprovecháramos eso para tener el balón y jugar con más tranquilidad, sin volvernos locos", reconocía Ros a los medios de comunicación.

En cuanto a nivel personal, el navarro se ha afianzado en la titularidad y sus actuaciones son cada vez mejores, algo que reconoce el propio jugador: "Estoy en una posición en la que me siento cómodo y cada vez me siento mejor. Vengo trabajando duro y tratando de mejorar cada día". Además, su asociación con Alberto Zapater en el centro del campo es cada vez mejor. "Jugar con Zapater es un placer", reconocía.