En la tarde noche del miércoles, el Real Zaragoza cayó derrotado en su quinto partido amistoso, el último antes de la presentación oficial en La Romareda. Esta vez el rival fue el Nàstic y el resultado un 2-1 desfavorable aunque engañoso, ya que ni los locales hicieron tantos méritos ni los blanquillos merecieron ese resultado. Al finalizar el encuentro, Natxo González se dirigió a rueda de prensa para dar la habitual comparecencia al término de los partidos.

En ella, el entrenador vasco negó que le preocupasen de cara al comienzo liguero los errores en defensa, que ya vienen siendo comunes, pero “obviamente son cosas que no te gustan”. En contra de esto, afirmó que “ha habido muchos minutos buenos con iniciativa y con posibilidad de ponernos por delante, a pesar de que ellos nos han metido la primera que han tenido”. Así pues, aseveró la “falta de estabilidad” que todavía existe, pero Natxo se queda con “los minutos buenos en un campo como este”.

Respecto al rival, el preparador dijo que “no hay nada parecido a la competición por mucho que el rival sea de Primera o de Segunda”. Natxo también fue preguntado por la compenetración y la química del equipo y que si podía ser pulida de aquí al inicio de la liga, a lo que respondió lo siguiente: “No hay ningún aparato que nos diga eso, el objetivo al fin y al cabo era llegar a la primera jornada siendo un equipo fiable”. Además, calificaba como “positivo” el “haber llegado mucho al área jugando fuera de casa”, pero sin embargo “nos han ganado al contraataque jugando ellos en casa”.

Por último, Natxo González bromeaba sobre la función que espera del doble pivote, asegurando que “tienen que atacar bien y defender bien”, si bien luego ya con tono serio decía que “la clave es buscar el equilibrio”. Además, destacó también el reparto de minutos para “medir el desgaste y cuidar físicamente a los jugadores”.

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Sobre el autor
Miguel Majarena
Apasionado del deporte, concretamente del fútbol. Estudiante de Periodismo en la Universidad de Zaragoza.