La parroquia zaragocista se dividía en opiniones acerca de su fichaje. Tras llegar en los últimos días del mercado de fichajes, el ex del Alavés, poco tardo en ganarse el cariño de la Romareda. Carismático y ojito derecho de la afición allá donde juega, el ariete vasco podrá tener muchas carencias futbolísticas, pero eso sí, nunca dará un balón por perdido.

El fichaje del vitoriano venía con el sello personal de Natxo González. Naturales ambos de Vitoria, todo indica a que es un fichaje que no nace de Lalo Arantegui sino que fue el técnico blanquillo el que parece que descolgó el teléfono y convenció al jugador de que su lugar estaba en Zaragoza.

33 primaveras tiene Toquero, sobre el campo todo un chaval. Nunca ha destacado por sus cualidades futbolísticas, si por sus ganas, por luchar cada balón como si fuera el último. Presión, intensidad y entrega máxima. El delantero venía a completar una plantilla a la que le faltaba un jugador de su perfil que además aportaba veteranía a un equipo tan joven.

Desde su llegada afirmó que tenía ofertas de primera, pero que él no venía a Zaragoza a hacer una temporada mediocre o a pasearse por los campos de Segunda. El veterano jugador venía dispuesto a darlo todo por la Elástica del León, dejándose la piel en cada partido, lo que le ha llevado incluso a portar el brazalete de capitán en su primera temporada.

Y así fue como tras ponerse a tono enseguida entró en los planes de su paisano Natxo González. Arrancando desde la banda, desempeñaba una función de delantero escorado principalmente para tapar la banda en defensa. Encajó en el equipo de manera extraordinaria provocando ovaciones por parte de la afición casi cada fin de semana. Presionando y corriendo cada balón, ayudaba a Borja Iglesias con labores más oscuras. Sus compañeros conocen de su poderío aéreo y es un alivio para el equipo cuando se quitan el balón de encima. Además, acostumbraba a cerrar en banda derecha, como se ha destacado, ayudando al lateral de este perfil en tareas defensivas.

Con los malos resultados del equipo, el vitoriano comenzó a caerse de los onces iniciales de Natxo. La falta de fluidez en el juego del equipo y la perdida de trato de balón hizo que el equipo buscase otro perfil de jugador en esa posición. En los últimos encuentros Gaizka ha entrado como suplente, casi siempre como revulsivo y con el afán de crear más peligro. Parece que, salvo en el último encuentro frente al Valladolid, el vasco no está teniendo demasiada suerte con su nuevo rol. Unas veces en banda y otras jugando en el 4-4-2 junto con Borja Iglesias, Gaizka no acaba de aprovechar sus cualidades al máximo.

A Gaizka le queda este año y otro más de contrato. Un jugador con las características del alavés es un perfil muy aprovechable en Segunda División. El futuro del jugador irá de la mano del equipo y parece que la afición quiere a Toquero con la camiseta del León. Esperemos que el vitoriano sea parte del Zaragoza más cercano y que pueda aportar trabajo, a la par que transmite motivación a sus compañeros.

En este 2018 el Real Zaragoza necesita al mejor Toquero, al de principio de temporada. Ese jugador que los centrales oían llegar como un tractor imparable y  sabía que les iba a exigir el máximo. Si la salud le respeta, puede ser un jugador muy importante para el equipo siendo capaz de marcar el camino a los más jóvenes.

Ejemplo sobre el campo, Toquero está llamado a ser uno de los líderes del equipo tanto sobre el verde como fuera de él. Ari Ari Ari, Toquero Lehendakari.