La Sociedad Deportiva Huesca no pudo llevarse los tres puntos el pasado domingo en la Romareda ante un gran Real Zaragoza. El gol de Jorge Casado en el minuto 89 cuando el Huesca peor estaba plantado en el campo fue cruel y definitivo. El gol llegó tras el error defensivo de Nagore el cual se desesperó por dicho error. El jugador oscense intento despejar hacia el campo maño, pero el despeje se transforma en un pase de gol que no sería desaprovechado por el conjunto zaragocista.

Ambiente de derbi

El derbi aragonés comenzó con una gran fiesta fuera del campo. Los aficionados se encontraban entre sí y discutían y apostaban sobre un posible resultado. Después de la previa realizada por ellos mismos, daría el comienzo del partido guardando silencio por un delantero zaragozista que falleció el pasado sábado. Tras ello, la Sociedad Deportiva Huesca sería la encargada de poner el balón en juego, el primero en tocar el balón que decidiría quien manda en Aragón. Así que, la primera ocasión y posesión sería para los visitantes. Nagore servía un balón largo a la espalada de la defensa blanquilla el cual sería aprovechado por Urko Vera. El portero del Real Zaragoza, Irureta, hizo un amago de salir y eso propició que el delantero oscense disparase a la primera, dicho disparo acabó en el centro de la portería y despejado a la banda izquierda por el portero local.

Reacción zaragozista

Tras media hora de juego con dominio oscense, el Real Zaragoza comenzó a espabilar. La primera ocasión sería para Zapater,  el cual disparó desde la frontal inquietado a Sergio Herrera. Finalmente, el cuero no logro entrar en portería.

Minutos más tarde, Manu Lanzar gozaba de un peligroso mano a mano contra Sergio Herrera, pero, el portero oscense cerró muy bien espacios y cuando parecía que el gol estaba servido saco una mano salvadora que evitaba el primer tanto. El Real Zaragoza lo estaba mereciendo y además, la Sociedad Deportiva Huesca tenía desajustes defensivos y por tanto, aquí iba a llegar uno de los momentos clave del choque: la expulsión de Frank Bambock. El jugador altoaragones había visto la primera amarilla minutos antes en un encontronazo ante Marcelo Silva y por lo tanto, no podía ver otra más. No obstante, en una falta peligrosa, Juanjo Camacho pide barrera para centrala al corazón del área, Franck Bambock no se da cuenta y saca rápido en corto. El árbitro interpreta que eso es amarilla y por lo tanto la definitiva y polémica expulsión que dejaría al conjunto de Juan Antonio Anquela con un jugador menos más de una hora.

De esta manera y con el cero a cero en el electrónico finalizó la primera parte.

Segunda decisiva

Los segundos 45 minutos los iba a jugar el Real Zaragoza en superioridad. Tras la expulsión de Frank Bambock, la afición oscense esperaba con ansias un cambio y el debut de Vadillo, pero Juan Antonio Anquela no lo visualizó de esta manera y solo decidió cambiar la formación a un 4-4-1. La segunda mitad empezó con un peligroso disparo de Jorge Casado desde la frontal del área. Pero el esférico se fue al lateral derecho de la red. El Real Zaragoza tenía a la Sociedad Deportiva Huesca encerrada atrás pero muy bien plantada en el campo, sin dejar espacios libres ni un buen manejo del balón con una presión asfixiante.

Más tarde, el conjunto visitante reaccionaría con un cabezazo de Carlos David en un saque de esquina centrado por Juanjo Camacho. Este remate se encontró con el larguero el cual evitó el 0-1 en el marcador. Minutos después, a la contra, Ángel estuvo a punto anotar el gol de la victoria, pero de nuevo Sergio Herrera acabó con sus esperanzas tras una gran estirada. En el saque de esquina de la misma llegaría el tanto definitivo. El saque de esquina acabó en las botas de Nagore. el cual intentó despejar hacia el campo Zaragozista, pero el despeje se transformó en un centro que Jorge Casado no desaprovecharó, ya que Sergio Herrera no se encontraba bajo palos. Tras el gol, Juan Antonio Anquela movió banquillo, pero ya era demasiado tarde y el Huesca se quedó con el casi y con las ganas de revancha en el próximo derbi en El Alcoraz.