Una Sociedad Deportiva Huesca atrevida y vistosa propuso en El Alcoraz atacar desde el inicio al Sevilla Atlético, que se vio obligado a resguardarse en su campo para evitar una sangría de goles azulgranas que bien pudo llegar en la primera mitad de no ser por el acierto del guardameta visitante Caro, culpable de que el encuentro llegara con vida hasta los minutos finales del encuentro. 

El esquema inicial del conjunto altoragonés presentaba las novedades de Álvaro Vadillo en el flanco diestro del ataque mientras Gonzalo Melero acompañaba a Juan Aguilera en el doble pivote y sentaba a Lluís Sastre. Finalmente César Soriano salió de inicio, dejando a Rajko Brežančić en el banquillo una vez superadas las molestias aparecidas en el pasado derbi aragonés. Borja Lázaro repitió en el puesto más adelantado de un once en el que volvió a estar escudado por un gris Alexander González y un eléctrico Samu Sáiz. Una jornada más, Anquela apostó por la veteranía de Íñigo López para acompañar en el centro de la zaga a Carlos David, sentando de inicio a Jair por segunda vez en lo que va temporada.

Regresando al sistema clásico, el entrenador jienense buscaba mantener las buenas sensaciones vistas en Córdoba hace una semana premiando con la titularidad al gaditano y volviendo a confiar la creatividad de su equipo en el talento innato de un Samu que volvió a dar un recital de fútbol sobre el césped de El Alcoraz, que presentó un magnífico aspecto después de ser noticia por su lamentable estado para la disputa del partido ante el Real Zaragoza.

La primera mitad tuvo sabor oscense pues todas las acciones de peligro llevaban la firma de jugadores locales, con especial protagonismo de Samu Sáiz, Borja Lázaro y Álvaro Vadillo. Sería el gaditano quien antes de cumplirse la media hora de partido bautizaría el luminoso mandando al fondo de las mallas con un ajustado disparo desde la frontal servido un balón servido por Samu tras una gran jugada individual. Con el electrónico favorable y la creatividad desmelenada, llegó el segundo tanto oscense para demostrar numéricamente quién mandaba en el partido. Gonzalo Melero empujaba a la red llegando desde atrás un nuevo servicio de Sáiz para encarrilar el encuentro hacia la victoria.

El paso por vestuarios sirvió para que el conjunto visitante afrontara confiado la segunda mitad y poco a poco consiguieron llegar con peligro a la meta defendida por un titubeante Sergio Herrera. Se sucedieron las ocasiones sevillistas y las botas de Gual e Ivi tuvieron en su poder la opción de recortar distancias.

El equipo altoaragonés, arropado y empujado por sus parroquianos, se gustaba sobre el terreno de juego y quiso embellecer jugadas simples que provocaron el deleite de sus aficionados. Excesivamente relajados con el paso de los minutos y la ventaja en el marcador, los pupilos de Anquela fueron retrocediendo metros hasta que llegó el tanto hispalense, obra de César Soriano en propia meta a la salida de un córner, que hizo vivir el desenlace del encuentro con el corazón en un puño. Ais Reig decretó el final de la contienda al término del tiempo añadido para certificar la segunda victoria consecutiva del equipo altoaragonés, que parece haber superado la mala dinámica con la que comenzó el año.

La clasificación representa la recuperación azulgrana colocando al equipo oscense en la décima posición de la tabla con 35 puntos en su cuenta. El próximo sábado espera el Elche de Alberto Toril en su casa, el Martínez Valero, que después de ganar (1-2) contra el Lugo este fin de semana también querrá mantener su idilio con el triunfo.