El empate conseguido frente al Real Oviedo le permite a la Sociedad Deportiva Huesca acumular once jornadas seguidas sin conocer la derrota como visitante además de alcanzar la cifra de once semanas consecutivas puntuando en Segunda División desde que perdiera en El Alcoraz frente al Real Zaragoza el pasado cuatro de febrero.

La candidatura del equipo oscense a la lucha por intentar entrar en la zona de promoción de ascenso al finalizar la temporada está presentada irrevocablemente y se afianza semana tras semana. Los pupilos de Juan Antonio Albacate Anquela cada vez son un equipo tomado más en serio por sus rivales y prueba de ello son las dificultades que les plantean en sus encuentros impidiendo la fluidez del juego azulgrana y cerrando sus filas atrás procurando evitar agravios. Pese a todo ello, la entidad altoaragonesa ha sabido sobrevivir a las adversidades encontradas cada jornada y ya son once los partidos consecutivos en los que no ha acabado derrotada además de sumar también once partidos lejos de casa sin ser vencida.

Tenemos que remontarnos a noviembre del año pasado para rememorar un agrio resultado a domicilio. Ocurrió en el Ramón de Carranza frente a un Cádiz Club de Fútbol en auge que ya daba muestras del gran equipo que sigue siendo a día de hoy y que por eso se mantiene en la cima de la tabla. Ocho empates y tres victorias son el bagaje que acumulan los oscenses en las once citas que se han producido después de aquella, logrando ser reconocido como el tercer mejor visitante de toda la categoría.

En el calendario normal los números azulgranas también son encomiables. Desde que el cuatro de febrero hincaran la rodilla en el derbi aragonés, la entidad altoaragonesa ha logrado sumar en las once batallas posteriores seis triunfos y cinco tablas que han ayudado a no flojear en el pulso por el playoff y mantienen vivo el sueño de acabar entre los seis primeros cuando se de por concluido el ejercicio regular.