No importa de qué equipo seas, seguramente reconozcas que Samu Sáiz es un genio en esto del fútbol. El jugador de la Sociedad Deportiva Huesca maravilló una semana más a los espectadores que vieron el partido frente al Real Oviedo y las redes sociales se llenaron de mensajes que confirman un hecho que en el Alto Aragón conocemos desde hace tiempo, la Segunda División se le ha quedado pequeña a este genio del balón que cada vez que toca el cuero y alza la vista pueden pasar cosas interesantes.

Para el rubio el viernes fue un día más en la oficina. Se echó de nuevo al equipo a sus espaldas y asumió el rol de líder en ataque que esta temporada ha interiorizado y es respetado por el resto de sus compañeros. Participativo en ataque y haciendo participar a sus allegados, recogiendo el cuero de los costados para llevarlo a las inmediaciones del área, cambiando el ritmo, basculando el juego hacia las bandas y encarando siempre a portería buscando algún socio o simplemente la más mínima oportunidad para sacar al conejo de la chistera. Es Samu Sáiz, un jugador impredecible cuya anatomía es la más buscada por los rivales cuando se enfrentan con él cara a cara. Quieren pararle como sea porque si tiene tiempo para pensar puede decidir por sí sólo un partido en menos que canta un gallo.

Deseoso por jugar en la élite, el jugador con más talento de la actual plantilla azulgrana sabe cómo llamar la atención de los equipos de Primera División y la fórmula es sencilla: ser él mismo confiando en sus cualidades para aprovechar al máximo los noventa minutos que dura cada espectáculo y dejar detalles semana tras semana. Mensajes de todos los rincones se aglutinan en el mundo virtual ensalzando el juego de este humilde futbolista que fue resucitado por el Huesca y que puede ser el siguiente en usar el trampolín oscense emulando los saltos de, entre otros, Fran Mérida, Dani Pacheco, Borja Bastón o Andrés Fernández.

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