Muy poco le gustó a Rubi lo que vio en el primer partido liguero en Soria. Varios cambios, todos lógicos, en el estreno en El Alcoraz respecto a la derrota en Los Pajaritos. De nuevo, Aguilera se quedaba fuera del once titular. Esta vez Rubi probaba con Luso junto a Melero en el centro de campo. Akapo volvía a su ser, en la derecha, y Brezancic, ya recuperado, volvía al lateral zurdo. Pulido sustituía a Carlos David, expulsado, en el eje de la zaga. La referencia en ataque sería Ávila. Enfrente, un Lorca recién ascendido que llegaba de manera anecdótica como líder de la categoría.

Dominio de principio a fin

Con 3.139 espectadores en la grada de El Alcoraz, Rubi y su plantilla no podían fallar. Los azulgranas en su comienzo liguero han sido la noche y el día. Después de un mal partido en Soria, salió el Sol frente al Lorca. Velocidad, presión y equilibrio desde el minuto 1. No tardaron en llegar las primeras ocasiones locales. Chimy Ávila fue un dolor de cabeza constante para Holgersson. Mientras, el Cucho aprovechaba los espacios y la dupla en las bandas Gallar-Vadillo ponía el punto de aceleración y delicadeza futbolística. La grada disfrutó.

En poco más de un cuarto de hora el Huesca ya se veía por delante en el marcador. Fue Gonzalo Melero el encargado de anotar el primer tanto de esta campaña. En segunda jugada, tras no haber llegado al pase de la muerte de Ávila, robó de nuevo el balón en el área y la colocó para que la estirada de Dorronsoro resultara inútil. Lejos de que el Lorca se repusiera y se aproximara con claridad, el encuentro fue un monólogo oscense

Y en el minuto 37 el Huesca sentenció. Melero y Vadillo dibujaron una combinación que descolocó a la defensa. El tercero en discordia en dicha jugada, el Cucho Hernández, fue el encargado de finalizar de manera brillante. Emulando el gol de su compañero minutos antes, el colombiano la pegó al mismo lado, y tras dar en el poste, la pelota entró con delicadeza para el gusto de la parroquia azulgrana. Antes del paso por vestuarios, Ojeda pudo recortar distancias tras quedarse solo ante Remiro, pero envió el balón fuera por poco.

El descanso no hizo mella en los locales y tampoco puso las pilas a los murcianos, que pudieron perder por más goles. No fue así, pero del mismo modo, el Huesca se llevó los tres puntos de manera muy convincente. Un estreno que ilusiona, siempre con el freno de la euforia puesto. A expensas de la jornada dominguera, el Huesca se coloca cuarto en la clasificación. Posiciones que ya no son extrañas para el conjunto altoaragonés