En un encuentro igualado, la intensidad marcó la diferencia. El Laredo venía crecido, jugando ante rivales de entidad superior y eso se notaba, tanto sobre el verde de San Lorenzo como en las gradas. El conjunto cántabro, como ya hiciera hace una semana ante el Racing, no se achicó y jugó de tú a tú a la Cultural, siendo incluso superior en ciertas fases del encuentro. El apodo de 'matagigantes' viene al pelo pues el Laredo es un equipo muy modesto, puntero en su categoría, pero modesto en relación a equipos de entidad superior como Racing o Cultural

Como decíamos, la intensidad fue clave para un equipo motivado que se comió a su rival pese a su inferior calidad. Por su parte, la Cultural mostró cierta dosis de confianza y eso le pasó factura. Cada balón dividido, cada disputa, cada carrera... a pesar de su inferior categoría los jugadores del 'Charles' le pusieron más ganas y lograron paliar esa diferencia con esfuerzo y sacrificio para acabar llevándose el partido en los minutos finales.

Intensidad local, desde el inicio

El Laredo comenzó el partido muy intenso. Apretó desde el inicio, con su afición volcada, en un terreno de juego que se hizo estrecho para los visitantes. El conjunto local aprovechó el empuje para tener las primeras ocasiones. En el minuto 3, Calzado realizaba una gran intervención para evitar que el remate de Camino, en el interior del área, terminara en gol. Lo intentó Del Olmo en el rechace pero su disparo acabó en córner. El Laredo no cejaba en su empeño por sorprender en los primeros minutos. Sobre todo Vinatea, el mejor del encuentro, creaba peligro con cada internada por la banda zurda. Una pesadilla para Aitor.

No fue hasta el minuto 14 cuando la Cultural realizaba su primer acercamiento a la meta de David. Gonzalo lo probaba de falta pero el guardameta rojillo atrapaba. Poco había aparecido el bando visitante en ataque y tuvo que ser Babalola el líder de la ofensiva leonesa. A punto estuvo el nigeriano de aprovechar un desajuste defensivo en la zaga local pero la defensa terminó despejando.

Con espacios en campo leonés

El Laredo jugó con intensidad y velocidad a la hora de hacer las transiciones defensa-ataque lo que dejaba muchos espacios en el campo culturalense. La labor de Manu y Óscar fue vital para dichas transiciones. La aparición de Camino, Del Olmo o Vinatea era un foco de peligro constante para los leoneses, quienes intentaban cortar cada balón en profundidad que intentaban los pejinos. En una de esas, a la media hora de juego, una gran jugada combinativa del Laredo acabó con disparo alto de Dani. El 11 rojillo no aprovechó el gran pase de Del Olmo quien, abierto, había recibido un cambio de banda a banda. 

Babalola fue el más insistente de los visitantes con velocidad y desborde

Los locales estaban practicando un gran fútbol, combinativo, rítmico y con profundida mientras la Cultural intentaba aprovechar la calidad individual y la velocidad de Babalola, pero sin demostrar sobre el verde su superior categoría. A punto estuvo de adelantarse de nuevo el Laredo con una segunda jugada de córner. El remate de un jugador pejino lo despejó Bardal cuando iba a introducirse en la portería de Calzado.

Gol y rápida réplica

Pero el que la sigue la consigue. Un minuto después, en el 33, de nuevo en una jugada a balón parado, Santi Vélez lograba rematar un balón colgado al área. La zaga leonesa se quedó pasmada asistiendo al remate del defensor local quien remató solo ante la inoperancia defensiva. Fiesta total en San Lorenzo. La afición veía que el sueño de la Copa se podía prolongar, no solo por el gol sino por las sensaciones.

Apenas había tenido ocasiones el conjunto visitante pero se encontró con un gol que les vino de perlas. Pese a que el Laredo dominó en incluso contó con alguna tímida ocasión, al filo del descanso, la Cultural lograba el empate. Falta dudosa, pitada a favor de los visitantes, iba a ser el foco de peligro. Era lejana, muy lejana, pero Nacho Matador probó fortuna enviando un balón envenenado, a media altura y que botó delante de David para despistar al portero y hacer el empate. Por desgracia, la alegría local había durado poco y, quizás sin merecerlo, la Cultural empataba pocos minutos después de recibir el primero.

E incluso los visitantes pudieron hacer el segundo acto seguido. Internada, como no, de Babalola que puso un centro al área y, ante la lentitud de la defensa, Orodea remataba a placer, pero David se resarcía de su desafortunada actuación anterior para salvar a su equipo del segundo. Se animó la Cultural en los últimos minutos de la primera parte pero el encuentro se fue en tablas al descanso.

Igualado intercambio de golpes

La segunda mitad empezaba muy igualada. Intercambio de golpes, de tú a tú, en donde, pese a la intensidad, la Cultural imponía su calidad. Pese a ello, el Laredo siguió teniendo ocasiones. Buena jugada por la banda derecha y el remate de Dani se fue alto. Había menos espacios, más vigilancia y prácticamente nada de fútbol. Javi Navas disparó fuera, nada más entrar, mientras que Vinatea tuvo una ocasión de oro poco antes de lesionarse. El atacante santoñés hizo un jugadón desde la diestra para acabar disparando fuera, por muy poco.

Vinatea, el mejor de los locales, se retiraba lesionado en el minuto 71

La retirada del terreno de juego de Vinatea, el mejor de los locales junto con Manu, fue un jarro de agua fría para la afición. Pero el equipo no se achicó y recuperó la intensidad y el cierto dominio del primer tiempo. Las ocasiones se sucedían en la portería visitante y esta vez era Espino quien remataba alto un buen centro de Manu. Como siempre, las botas de Babalola llevaban el escaso peligro leonés. En esta ocasión, el nigeriano lo intentó en solitario pero acabó atrapando David.

Penalti, delirio y sentencia

Llegaban los minutos clave. El rumor anunciaba una prórroga que parecía contentar a la Cultural mientras que los locales preferían resolver antes. Y la intensidad volvió a marcar la diferencia. En el minuto 86, un balón muerto, en la frontal del área visitante, se convirtió en un grave problema para los leoneses. No hubo entendimiento entre defensa y portero, cosa que fue aprovechada por el Laredo. Un agarrón blanquillo y penalti claro. Bubu no dudó y engañó a Calzado sin apenas carrerilla. Delirio rojillo. La grada estallaba al grito de 'Charles, Charles'. La clasificación estaba muy cerca pero no conseguida.

Por si alguien dudaba, los de José Gómez no bajaron la intensidad. Y ojo, lejos de permanecer achicando balones, salieron a la carga. En un contragolpe muy bien armado, el balón le llegó a Manu, escorado hacia la derecha y, con el exterior, puso la bola con rosca en el otro palo. Golazo para cerrar el partido y pasar a la siguiente ronda. Ahora sí, estaba hecho, el Laredo había vuelto a hacerlo, había acabado con un equipo de superior categoría. El sueño de jugar ante un equipo de Primera seguía vigente y de qué manera.

Celebrado como si de un título se tratara, la multitud coreó el nombre de los suyos, de sus héroes mientras los leoneses se veían fuera de la Copa del Rey, con caras tristes, apesadumbrados. Habían dado vida al Laredo y los cántabros habían respondido de aquella manera. El sorteo dictará quién es el rival del Laredo en la tercera ronda, justo antes de entrar en el bombo con los equipos que juegan competición europea en Primera División. Un sueño, una lucha, un objetivo. El matagigantes del norte repitió la gesta una semana después y sigue adelante con su idilio.