Ni el mejor psicólogo existente sobre la faz de la tierra sería capaz de diagnosticar hoy por hoy un remedio para la Arandina. El cuadro ribereño, que sumaba tres derrotas consecutivas, volvió a perder otra oportunidad de oro para dejar sentenciada la permanencia. Fue ante una Cultural entregada, que se aprovechó de un error defensivo y no arriesgó en demasía sabiendo mantener juntas sus líneas cuando tocó sufrir.

Los de Juan Ferrando salieron con mucho ímpetu al terreno de juego. Por delante, 45 minutos de puro dominio leonés ante un cuadro blanquiazul incapaz de reaccionar, muy reacio y con fallos continuos en las entregas. No tardaron los blancos -este domingo rojos- en poner en apuros a Álex. En el primer minuto de juego, Nacho Matador buscaba un disparo desde la frontal que despejaba como podía el cancerbero vallisoletano. Víctor cogió el rechace y, mientras la zaga local reclamaba al asistente fuera de juego, erraba de nuevo en el uno contra uno. 

Tras esta sorpresa adelantada, ambas escuadras trataron de poner normalidad. El duelo se traspasó al centro del campo, donde ninguno de los dos conseguía tener superioridad sobre su semejante. La Arandina trató de venirse arriba, pero siempre se chocaba con un muro inexpugnable que no ofrecía muchas opciones y que explicaba así los pocos goles recibidos a lo largo de la competición.

No tardaría en llegar el único tanto del partido. Corría el minuto 24 cuando Almoez se aprovechaba de un error defensivo local para regatear al meta y batirlo con un suave disparo al palo largo. Sergio Noche, que parecía llegar al corte, no pudo despejar el cuero. El gol hacía entrever una reacción blanquiazul que no llegó a producirse. Javilillo, Carlos y Pau trataron de añadir más carácter ofensivo a las intentonas, pero el buen hacer culturalista fue tal que no consiguieron rematar entre los tres palos en todo el primer tiempo.

Salida en tromba

En el segundo tiempo las fuerzas se equilibraron. La Arandina salió en tromba y mejoró las sensaciones en la grada. Tanto fue así que en el minuto 53 gozaría de su mejor oportunidad. Ruba se zafaba con un recorte de su homónimo leonés y, desde una posición privilegiada, ajustaba un disparo que salía a milímetros del palo izquierdo de la meta defendida por Jorge Palatsí. El público llegó incluso a cantar un gol que nunca llegó.

Pau Franch se chocó con la defensa leonesa / Ángel Rodríguez (Arcalle.com)

Y no llegó por poca insistencia local, porque los ribereños siguieron creando peligro, aunque el choque se volvió algo más tosco y lo aprovecharon los dos preparadores para introducir cambios. Nacho Matador respondería al conjunto burgalés con un remate desde la frontal en el 68' que mandaba a córner Álex. La Cultural jugaba con viento en contra pero no parecía dañarle mucho el agente climatológico. 

Con la llegada de los minutos finales, los de Javier Bermúdez trataron de venirse arriba y apurar opciones dejando huecos en defensa que intentaba utilizar el bando visitante para salir a la contra. La defensa roja hizo su trabajo correctamente y despejó todo tipo de acercamiento blanquiazul, desesperando a los futbolistas y a la parroquia de la Ribera del Duero que alentaba a los suyos buscando la épica.

Una épica que cerca estuvo de llegar cuando Pau recibió en la última jugada el balón. El castellonese se encontraba solo frente al guardameta visitante pero se resbalaba y el colegiado interpretaba acto seguido el final del choque. Los ribereños se retiraban cabizbajos a vestuarios sin entender por qué otra jornada más se iban de vacío, ante una Cultural que festejaba con su dos decenas de aficionados desplazados tres puntos que valen el fin a una mala racha de resultados y de goles.

Con este triunfo los de Juan Ferrando se colocan sextos con 48 puntos, a 11 del playoff. Mientras la Arandina baja hasta la decimotercera plaza y mantiene sus 41 puntos, 7 por encima del playout que delimita el filial del Sporting de Gijón.