El Mérida da un paso gigantesco hacia la salvación tras conseguir la victoria en Carranza gracias a un golazo de Aitor, dejando herido de muerte a un Cádiz que no supo hacerse con el dominio total del encuentro. 

Durante la primera media hora, los amarillos tuvieron el control del partido, llegando a tener ocasiones muy claras de gol. Lolo Plá, en el diecisiete, tuvo la primera oportunidad del encuentro, enviando directamente fuera un disparo cruzado de primeras que se marchaba del campo lamiendo el palo. 

Con el paso de los minutos, y al ver que las ocasiones no se terminaban de materializar, el Mérida fue haciendo acto de presencia en el campo cadista, bordeando el área amarillo cual guepardo que acecha a su presa, aunque el gol no llegaba. Para ninguno de los dos equipos.

Antes del descanso, Andrés Sánchez, con la cabeza, evitaba sobre la línea el tanto emeritense a la salida de un córner. La afición cadista, desesperada con su equipo, comenzaba a mostrar su descontento. Y, con ese panorama, el árbitro señalaba el final de la primera mitad.

Ya en la segunda mitad, el conjunto extremeño iba a gozar de dos ocasiones con peligro, mientras que los cadistas buscaban sin fortuna la portería de Moreno. En el setenta y cinco, Aitor se lo cocinó y se lo comió. Una buena jugada personal del extremo en el centro del campo, con caño incluido a Mantecón, la finiquitaba con un disparo a la escuadra, imposible para Pol Ballesté. Aitor marcaba el gol de la victoria.

Desde entonces, el Cádiz fue a la desesperada a por un gol que no llegaría, bombardeando con centros el área de un Mérida que se defendió como gato panza arriba, repeliendo cada balón para asegurarse la victoria.