La Segunda División B tiene estas cosas. Hoy en Santo Domingo la clasificación fue lo menos. El CD El Ejido volvió a resurgir, como ocurrió en la primera vuelta, a costa de un San Fernando que fue víctima de su apatía y, acto seguido, de su frustración.
Los isleños llegaban a El Ejido con la idea de sumar tres puntos para dejar muy tocado a un rival que se había metido él solo en terreno pantanoso. Sin embargo, se encontraron con un panorama totalmente distinto. Darío Guti, que redebutaba con la elástica celeste tras su breve peligro en el Ilicitano, Fran Oller, Javilillo y Samu Corral tuvieron su día sobre una superficie maltrecha que incomodaba al Club Deportivo.
Méndez dejó en el banquillo sorprendentemente a Dani Martínez y Carralero
Pero no solo el terreno de juego molestaba a los azulinos. El planteamiento inicial de Antonio Méndez sorprendió a propios y extraños. Dani Martinez y Carralero se quedaron en el banco en beneficio de Javi Medina y Francis. Además, obligado por la baja de Lolo Garrido por sanción, el técnico le dio la oportunidad a Jorge Herrero, que era titular por primera vez en lo que va de temporada.
Los cambios señalados no le sentaron bien al San Fernando. El cuadro cañaílla perdió su seña de identidad, el bloque, las líneas juntas y la intensidad y la anticipación a la hora de leer los partidos. Y lo pagó. Caro. Muy caro. Porque los primeros compases fueron, prácticamente, un cuatro para cuatro entre defensores y atacantes en el área isleña. Luque sufría ante las acometidas de Darío Guti en el uno contra uno y la medular visitante era incapaz de apoyar a su retaguardia.
La efectividad y la intensidad mandan
Tras dos intentonas de Javilillo que Salva fue capaz de blocar sin mayores riesgos, el cántaro se rompió a favor del cuadro ejidense. Guti le ganó la partida a su par y este no tuvo más remedio que derribarle. Pena máxima que Fran Oller se encargó de transformar superando a un Salva que, si bien acertó la intención, vio como el esférico besaba sus redes. Era el inicio de una tarde para olvidar.
Fran Oller y Dani Cara encarrilaron el choque a la media hora
Y eso que el San Fernando despertó. El tanto fue como una especie de zarandeo. Sirvió para desentumecer las piernas, para desperezarse y asomarse a la guarida de García. Sin ir más lejos, al cuarto de hora de juego, un balón colgado en el saque de una falta le llegó en el área pequeña a Jorge Herrero. El jerezano, poco acostumbrado a esa zona del campo, solo pudo lanzar el balón al segundo palo, donde Espinar solo tenía que empujarla. Increiblemente, el loreño no acertó a rematar, cuando El Ejido se encomendaba a David Fernández y Admonio, guardianes improvisados bajo palos.
Los isleños comenzaban a tener problemas de cara a portería, pero inquietaban a su rival con el dominio territorial por bandera. Además, El Ejido se vio obligado a hacer un primer cambio por una lesión muscular de Guti. En su lugar, Dani Cara entró en el minuto 22. El resultado no le pudo salir mejor a Alberto González.
Porque cuando los nervios se podían apoderar de un equipo frágil anímicamente por sus problemas clasificatorios llegó el segundo. En la recta final del primer tiempo, el propio Dani Cara se encargó de recoger un rechace en el área tras un jugadón de Fran Oller. Sin excesivos apuros, recortó a Salva y mandó el esférico a la red.
Mejoría azulina sin éxito y pesadilla
La alerta roja se había instalado en el San Fernando. No era para menos. Méndez no dudó en mover el banquillo. Dani Martínez y Zelu entraron por Jorge Herrero y Javi Medina, que ni mucho menos habían tenido su día. Los cambios surtieron cierto efecto, ya que el Club Deportivo muy pronto comenzó a tener oportunidades. Espinar y los recién entrados tuvieron una ocasión cada uno que podía haber reactivado un choque que demostró estar plenamente teñido de celeste.
Y es que El Ejido, que realmente no tenía problemas para acometer las acometidas visitantes, clavaba su aguijón y echaba sal en la herida cañaílla. Sin ir más lejos, poco después de atravesar la frontera de la hora de juego, David Fernández mató el choque rematando en el segundo palo un saque de esquina cepillado por Segura.
David Fernández y Javilillo cerraron el duelo ante la impotencia isleña de cara a gol
A partir de ahí, el choque se convirtió en un baño y masaje para los locales y en un vía crucis para el San Fernando. Aunque, curiosamente, fue el equipo de Alberto González quien peor lo pasó para terminar en plenitud física. De hecho, el guardameta García tuvo que ser relevado por Álvaro y eso provocó que Javilillo acabase el encuentro cojeando ostensiblemente.
Gerrit, Iván, Carralero, Dani Martínez, Francis… La vanguardia azulina, totalmente impotente, se frustraba al ser incapaz de perforar la meta almeriense y conseguir el gol del honor. No era el día. El Ejido, en horas bajas, había dado un bofetón al Club Deportivo, que tenía como misión alcanzar hoy los 34 puntos para asomarse a la zona noble.
El cuarto gol, obra de Javilillo, al primer toque desde la frontal, fue el colofón. El culmen a la pesadilla y el éxtasis para la parroquia celeste, que vuelve a creer en su equipo. Y el San Fernando, por su parte, espera recuperar la fe el próximo domingo, ante La Roda, cuando vuelve a tener la oportunidad de asestar un certero golpe a un rival directo por la permanencia. Para entonces a buen seguro que se habrá recuperado de este baño de humildad que tanto ha enfriado los ánimos isleños.