El Hércules necesita a sus aficionados, tanto como mejorar su situación en la clasificación, y para ello ha decidido dar facilidades a aquellos herculanos que no pudieron abonarse en la campaña de verano. Para ello, el club pone a la venta el "medio abono", con suculentas ofertas, a un precio reducido y con ventajas adicionales. 

La campaña ha sido presentada hoy por Carlos Parodi, presidente del Hércules, junto a José Alcaraz, delegado de Afición y Peñas, José María Choclán, director de mercadotecnia y de Tomás Moya, director de comunicación del club. Los abonos van desde los 75 euros de los fondos hasta los 450 euros en la zona VIP, aunque el precio podrá ser menor en función de la antigüedad (si ha sido abonado en campañas anteriores) o según los tramos de edad. 

El medio abono permitirá a todos los aficionados presenciar todos los partidos de la segunda vuelta que el Hércules dispute en el José Rico Pérez, más los dos que restan de la primera parte de la liga, es decir, los encuentros ante el Sporting de Gijón y el Mirandés. En total, son trece los choques que restan al Hércules por disputar en su estadio, donde tratará de mejorar su actual clasificación. Aunque sigue en descenso, el panorama es más alentador para sus aficionados que la pasada campaña, dado que los de Quique, con 18 puntos, sólo cuentan con 7 puntos menos que el sexto, el Eibar, con 25 puntos. 

Además, los que ya son abonados tendrá a su disposición dos invitaciones para los dos partidos más importantes de la segunda vuelta. El objetivo del club es recompensar el esfuerzo de sus aficionados que adquirieron su abono y han aguantado la irregular campaña de los alicantinos, en la que incluso se llegó a exigir la salida de Quique Hernández, quien va recuperando crédito tras las dos victorias consecutivas. 

Por último, todos aquellos herculanos que hagan una compra superior a 150 euros en la Tienda del club obtendrán de regalo un abono de fondo. Sin duda, todas estas medidas servirán al Hércules para alcanzar un número más amplio en las gradas de su estadio y, de paso, lograr unos ansiados ingresos que pueden mejorar la maltrecha economía de la entidad.