El Hércules saltó al terreno de juego con la intención de buscar el partido desde el principio. Desde el primer minuto se vio a un Hércules distinto al de las últimas jornadas, muy concentrado y con intensidad. Los jugadores eran conscientes de la importancia del partido ya que después de 3 derrotas consecutivas no sumar ningún punto en Son Moix dejaría al equipo en una situación muy crítica.

Para asaltar la isla, Quique Hernández introdujo cambios obligados en el equipo titular. Echaide debutaba como titular en lugar del sancionado Escassi, y en la parte ofensiva Sardinero recuperaba el puesto en el “once” en detrimento de Gorka Azkorra.

De esta manera, Quique Hernández proponía un 4-2-3-1 con Sissoko y Yuste en el doble pivote para contener el gran potencial ofensivo del Mallorca. Sardinero, Ferreiro y Eldin se situaron por detrás de Portillo con el fin de salir con rapidez a la contra y crear peligro a la defensa bermellona.

La táctica contragolpeadora del Hércules surtió efecto gracias, en parte, a Ismael Falcón. El portero herculano salvó a su equipo en varias ocasiones cuando el partido todavía marchaba con el resultado inicial. Una buena combinación entre Sissoko y Eldin acabó con el gol del cnaterano blanquiazul.

Desde ese momento el Hércules defendió con uñas y dientes esa victoria que le hacía salir de los puestos de descenso. La segunda parte fue de control local, ya que Oltra que se jugaba su puesto en este choque decidió retirar al defensa Ximo para dar entrada al delantero Hemed. Ese cambio produjo que el Mallorca acosara constantemente la portería defendida por Falcón, pero la defensa alicantina solventaba correctamente.

Quique Hernández buscó matar el partido mediante una contra y para ello retiró a Sardinero y Portillo para darles la oportunidad a Azkorra y a De Lucas. De hecho el propio De Lucas gozó de una clara ocasión para sentenciar el partido pero finalmente fue neutralizada por la defensa mallorquinista.

Eldin hadzic tuvo dos claras oportunidades para aumentar la distancia en los compases finales del encuentro pero Rubén Miño estuvo muy acertado y evitó el gol en ambas ocasiones.