Lo peor que le puede pasar a un equipo de fútbol es generar indiferencia y vergüenza ajena hacia sus aficionados. Sin duda, se trata de algo mucho peor que una goleada. Normalmente, una sangría de goles encajados viene precedida de un paso hacia adelante del equipo que encaja los goles. A todos se nos puede venir a la cabeza el Rayo Vallecano de Paco Jémez, que al final ha acabado por conseguir resultados.

El Hércules de esta temporada ha conseguido sumir en un letargo a su afición. Las críticas, protestas y pitos se diluyen entre una masa anestesiada por un club que cada vez tiene menos de equipo. El partido frente al Girona tuvo poco de partido, sino más bien de antipartido o antifútbol. ¿Cómo afrontar a partir de este limbo del balón un choque contra la UD Las Palmas?

Para Quique Hernández la clave está en que “no se puede jugar peor”. A expensas de si eso es suficiente, la realidad deportiva se escenifica en el vestuario blanquiazul y recuerda a todos los integrantes del mismo que la temporada no ha terminado y la salvación no está, matemáticamente, ni mucho menos garantizada.

Novedades en el planteamiento

El técnico de Anna presentará la novedad en el once de Adrián Sardinero, en una clara apuesta por la velocidad y salir a la contra sorprendiendo al rival. La entrada del futbolista de Leganés supone, además, una variación táctica respecto a partidos anteriores. Vuelve el doble pivote Sissoko – Yuste, tras varios partidos con el francés en la izquierda.

La apuesta por Sissoko partiendo desde la banda cogió forma en la gran segunda parte del Hércules en Riazor, y se ha ido diluyendo hasta el pasado fin de semana. Tampoco ha funcionado la presencia de un organizado, ya sea a través de los pies de De Lucas, Font o Hervás. Este último queda muy tocado tras una lamentable actuación la jornada anterior con expulsión incluida. Además, Paco Peña es baja por lesión.

El equipo local

Por tanto, mayor solidez defensiva es la apuesta para enfrentarse a la UD Las Palmas. Un equipo que, especialmente en su estadio, es maldito para los alicantinos. 25 veces ha ganado la UD Las Palmas al Hércules, por lo que las estadística juegan en contra del equipo herculano. Ascenso y descenso se ven las caras, materializados en dos conjuntos muy diferente a día de hoy.

La gran novedad puede ser la entrada de Benja en punta. El resto, serán los mismos peloteros de siempre: Masoud, Momo, Valerón o Apoño. Un equipo construido para generar ilusión y, sobre todo, perspectivas de Primera División. A pesar de que le ha costado arrancar, estaba cantado que el conjunto amarillo terminaría por estar arriba.

Para el Hércules puede ser bueno jugar lejos de casa tras el mal partido disputado ante el Girona. Y más lejos que en Gran Canaria, imposible. Las urgencias deportivas en el conjunto blanquiazul siguen presentes, con el descenso más cerca que el play off. Sin duda, salir y alejarse de la indiferencia, la depresión futbolística, será clave en el porvenir herculano.

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